Los trabajadores del Servef denuncian la tensión en las oficinas al duplicarse el número de desempleados

Una oficina tipo del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) de una ciudad de más de cien mil habitantes ha pasado, en menos de un año, de atender a centenar y medio de personas a tratar cada día a 300. Esta situación ha generado, según denuncia la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), una tensión creciente.

“Numerosos parados que acuden ahora provienen del sector de la construcción y estaban acostumbrados a rentas muy altas –de hasta 4.000 euros- que la crisis ha cortado de golpe y les ha dejado sin perspectivas de futuro”, explican delegados de CSIF en este organismo público.

Además de su contexto personal, la “mala distribución de determinadas oficinas” agrava la tensión, ya que “algunos vecinos se ven obligados a recorrer hasta cien kilómetros para recibir atención. Por ejemplo, los de Morella, que están adscritos a Vinaroz”.

Al llegar se topan, en ocasiones, con una asistencia escasamente cualificada. “El personal contratado como refuerzo por acumulación de tareas está habituado, en muchos casos, a trabajar en otras consellerias. Se produce la paradoja de que un empleado de grupo D debe enseñar a uno de A que acaba curtiéndose con el trato directo con el público”, señalan afectados afiliados a CSIF.

La situación se agravará el próximo dos de enero, cuando venzan estos contratos eventuales firmados por seis meses. “A principios de año una oficina media del Servef pasará de siete a cinco empleados. En esa época se produce también el vencimiento de numerosos contratos en múltiples sectores, por lo que coincidirán más demandantes de empleo con un número menor de personal para atenderles”, señalan los afectados.

Nervios en las colas
En esta coyuntura de largas colas de espera y de pérdida de empleo los nervios afloran en las oficinas. “Los insultos por parte de los demandantes ya los vamos percibiendo, y se notarán más cuando los damnificados por la crisis dejen de cobrar su correspondiente prestación de desempleo. La gente está cada vez más nerviosa y no acude precisamente con gusto a las oficinas”, apuntan.

La Generalitat está reforzando la seguridad con la contratación de un mayor número de vigilantes. “Existe el compromiso de cubrir hasta once oficinas más de manera inminente para que todas las de primera queden vigiladas y también algunas de segunda”, indican los afectados, quienes igualmente destacan que “la gestión de colas, que corre a cargo de cada director de oficina, ha mejorado mucho el trabajo”.

CSIF reclama un refuerzo permanente y la promoción de empleo interna, de manera que el trabajador que dispone de la titulación necesaria pueda aspirar a un puesto que quede vacante en esa misma oficina. “Existen dependencias con dos o tres personas y quien coordina toda la labor es un auxiliar de grupo D”, ejemplifican.