Gisbert destaca el malestar de muchos alcaldes del PP por las deudas de la Generalitat y la falta de pulso de Moliner para exigir el pago

El portavoz adjunto del grupo socialista en la diputación de Castelló, Josep Gisbert, ha destacado hoy el malestar de muchos alcaldes del PP de la provincia de Castelló por las deudas de la Generalitat y por la falta de pulso del presidente de la diputación, Javier Moliner, a la hora de exigir a Alberto Fabra un calendario de pagos. Gisbert, además, ha asegurado que son muchos los alcaldes del PP que critican abiertamente la decisión de Moliner de destinar apenas 3,5 millones de euros para el Plan Provincial de Obras y Servicios del próximo año, "cuando luego sí tiene dinero para montar actos innecesarios como el de esta semana en Cabanes", apuntó. De hecho, el portavoz adjunto ha recordado que más de 20 alcaldes no fueron al acto convocado por Moliner, "muchos de ellos conscientes de que no tiene ningún sentido, cuando la diputación no tiene dinero para impulsar obras que generarían empleo en sus municipios".

Se da la circunstancia de que en el juicio que se está celebrando ahora contra Francisco Camps y Ricardo Costa "se está desvelando que la Generalitat del PP llegó a pagar en adjudicaciones casi 7 millones de euros a la trama Gürtel, lo que equivale a dos planes provinciales de la diputación". Por último, Gisbert ha insistido en que cada vez es mayor la preocupación de los alcaldes del PP, que incluso "nos dicen a escondidas que sigamos con las movilizaciones que estamos llevando a cabo para intentar que la Generalitat pague lo que debe, porque ellos no pueden hacerlo públicamente, pero están sufriendo, como todos, las consecuencias de esta insolvencia económica de la administración autonómica". Cabe recordar que el secretario general, Francesc Colomer, ha remitido una carta a todos los alcaldes de la provincia para que suscriban el manifiesto para reclamar a la Generalitat el pago de esta deuda, ante la gravedad que supone que, el presidente, Alberto Fabra, ni siquiera pueda dar un calendario aproximado de pago. Esta deuda está provocando ya en muchos ayuntamientos que se tengan que adoptar medidas como la subida de impuestos, o el despido de personal interino, así como la reducción de las nóminas de los funcionarios.