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El diputado de Cultura inaugura la muestra “Valldecrist: La cartuja olvidada”

El diputado de Cultura inaugura la muestra “Valldecrist: La cartuja olvidada”

    El diputado de Cultura, Héctor Folgado, ha inaugurado la exposición fotográfica "Valldecrist: La Cartuja Olvidada" en la Sala de Exposiciones Manolo Valdés de Altura. Una muestra que permanecerá hasta el próximo domingo 28 de agosto y que ha contado con el patrocinio de la institución provincial. El autor de las instantáneas, Vicente López Oltra, ha reflejado a través de 44 imágenes la situación actual en la que se encuentra uno de los enclaves más destacados de la cultura monacal en la provincia de Castellón.

    La institución provincial financió en 2007 la adquisición de una vivienda de la Cartuja de Valldecrist, que se encontraba en manos privadas, para completar el plan integral de rehabilitación de este edificio. Declarado Bien de Interés Cultural desde el 12 de enero de 2007, esta actuación se suma a las realizadas por la Conselleria de Cultura desde el año 2000, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano, las cuales alcanzan la cifra de 341.205 euros.

    La Cartuja de Valldecrist se fundó a finales del siglo XIV por expreso deseo del infante don Martín, hijo de Pedro IV de Aragón. Según la leyenda, se llamó así por el parecido existente entre el valle de Cánava, donde se sitúa la cartuja, con el valle de Josafat, aparecido en sueños al infante como lugar ideal en el que habría de construir un monasterio cartujo. Lo que no forma parte de la leyenda es que estamos hablando del centro cultural y económico más importante de la zona del Palancia durante los cinco siglos de su existencia.

    En 1383 el Papa Clemente VII concedió la bula de creación de la cartuja. Dos años más tarde, los primeros monjes tomaron posesión de los terrenos, en los que tan sólo había unas masías; que el infante había comprado para que sirvieran de vivienda provisional de los cartujos. Al año siguiente se inició la construcción del llamado claustro antiguo y de la iglesia de San Martín.

    En 1399 don Martín es coronado rey de Aragón, acontecimiento del que Valldecrist se beneficiará, pues su fundador, lejos de perder interés por esta obra, invirtió en ella con renovados esfuerzos. En 1405 comenzó a construirse el claustro mayor y la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. La cartuja se transformó por el favor real en un importante núcleo de poder económico, cultural, religioso y político, cuya relevancia queda patente en siglos sucesivos y hasta su exclaustración definitiva en julio de 1835.

    La orden cartujana vivió su mayor esplendor en torno a 1520, cuando contaba con la espectacular cifra de 200 monasterios masculinos y seis femeninos en toda Europa, repartidos en 17 provincias, sumando un total de 5.600 cartujanos bajo los auspicios de la Cartuja de Chartrease. Tras su práctica desaparición, en 1960 se fundaría en la provincia de Castellón la única cartuja femenina que existe en la actualidad en España, Santa María de Benifassà. Un hecho que convierte a nuestras comarcas en uno de los referentes históricos a la hora de estudiar esta emblemática orden.

    En el mundo de la cultura, la Cartuja de Valldecrist destacó por albergar una valiosa biblioteca de la que aún hoy se puede consultar en el Archivo Provincial, así como por acoger gran cantidad de obras de grandes artistas como Pere Nicolau, Gonzalo Peris, Jacomart, Rexach, Rodrigo de Osona, Joan de Joanes, Ribalta, Gregorio Bausá, Castañeda, Espinosa, Orrente, Vergara, Camarón y otros, algunas de las cuales se conservan en la Catedral de Segorbe y en el Museo de Bellas Artes de Castellón.

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