Colomer aboga por reformas y cambios con coraje y determinación para “combatir la desafección entre la política y la sociedad”

“Regenerar y reinventar la política, las instituciones, la economía y la provincia como proyecto colectivo de progreso”. Bajo esta premisa, el portavoz socialista y secretario general provincial, Francesc Colomer, ha centrado su primera intervención en el pleno de constitución de la diputación provincial.

De hecho, con varios guiños al descontento creciente que hay entre la ciudanía respecto a la política, Colomer insistió en la necesidad de “impulsar muchas medidas”, porque “creo sinceramente que la credibilidad de la política, como acción noble y digna, se va a pique si no hacemos algo, porque, tal y como lo conocemos, este sistema no vale la pena si no cambiamos muchas cosas”. En este sentido, insistió en que la “distancia, la desafección existente entre la política y la sociedad, reclaman reacción, reformas y cambios con coraje y determinación”.

El pleno de constitución ha servido para que hayan tomado posesión de sus escaños, además del propio Colomer, Amparo Marco, Francisco Valverde, Ana Belén Edo, Juan Miguel Salvador; Estíbaliz Pérez, Evaristo Martí y Josep Gisbert. Colomer inició su intervención recordando que hace ahora cuatro años, reivindicó la política como una actividad noble y digna. En esa línea tuvo una especial mención para el ex presidente socialista Francisco Solsona, que fue presidente desde 1982 hasta 1995. El portavoz socialista tuvo palabras amables para el nuevo presidente, Javier Moliner, de quien dijo que en el trato que ha mantenido hasta ahora en Reciplasa, “parece una persona preparada y cordial, dos atributos muy adecuados para dirigir y estar al frente de proyectos importantes”.

De hecho, Colomer argumentó que “hablar bien, públicamente, de tu contrincante, reconociendo sus valores, no es debilidad, puede ser inusual, algo nuevo, pero no debilidad, y por eso, precisamente, muchas cosas deben ser nuevas a partir de ahora, ya que estoy convencido de que es un síntoma saludable de renovación política que podríamos explorar sin complejos”. Tanto es así que le dio al nuevo presidente la enhorabuena y le deseó “muchos ánimos y mucha suerte en la nueva andadura”.

Colomer apuesta por reinventar la diputación provincial; repensarla y reubicarla en el conjunto de la arquitectura institucional existente, ya que “tal y como es hoy, no superaríamos un examen de eficiencia ni de eficacia”. Además, insiste en llevar a cabo “una gran reforma institucional ejemplarizante, para tener más sociedad y menos estructura pesada de poder; más ciudadanía y menos psudoestado”.

De hecho, aprovechó para pedir “una cura de humidad en la institución, para que la diputación no sea otra cosa que los propios ayuntamientos puestos a trabajar conjuntamente en un esquema horizontal de relaciones”. También recordó que un alcalde, “el último de los alcaldes, tiene un plus de legitimidad democrática mayor que el presidente de la diputación de cualquier de nosotros, en tanto que diputados, ya que a uno lo eligen directamente los ciudadanos y a los otros no”.

Colomer ha dedicado una parte importante de su intervención al ámbito municipal, como ámbito para actuar y, de hecho, recordó que son las entidades con más capacidad de innovar y reaccionar en un entorno cada vez más global, abierto y competitivo. Por tanto, “tienen que ser actores de primer nivel, parte activa y guionista de la solución, porque precisamente la proximidad y la participación, son las mejores vacunas contra la decadencia”. En esa línea, destacó el papel que debe jugar la diputación como “punto de encuentro, espacio de consensos y de diálogo creativo para diseñar el futuro”.

Colomer reiteró en varias ocasiones las grandes potencialidades de Castelló, y en ese marco, afirmó que “la gran riqueza de Castelló no son sus minas de tierra, ni las arcillas, ni las playas; la verdadera riqueza son las personas, su capacidad, su talento, su creatividad. Son las personas las que transforman la tierra en baldosa inteligente”. Por eso, abogó por “una nueva economía, y los municipios tienen que ser piezas claves en un territorio diseñado entorno al talento y a la credibilidad, y no un territorio identificado con la especulación”.

De ahí que, Colomer, insista en la necesidad de apostar por un modelo integrado por la Universidad, centros de investigación, parques científico-tecnológicos y capital especializado premiando las buenas ideas, redes sociales y profesionales.

El portavoz socialista también aludió directamente a la necesidad de “reinventar las relaciones entre esta provincia y la Generalitat Valenciana, porque, ya está bien de marginación y de olvido. Tenemos argumentos y tenemos razón, porque el Estatut nos ampara”. De hecho, insistió en que “no somos valencianos de tercera, porque somos Comunitat Valenciana hasta Vinaròs, aunque parece que la legislatura no ha empezado como tocaba”, en alusión al poco peso que tiene la provincia de Castelló en el nuevo Consell de Camps.

Colomer afirmó que “sin Castelló, no hay proyecto de Comunitat Valenciana y esto se tiene que notar año tras año en la ley de presupuestos de la Generalitat”. También aprovechó para reclamar combatir la brecha que sigue existiendo entre la costa y el interior, “porque no podemos tener dos mundos en una misma provincia, teniendo en cuenta que de 135 municipios y una entidad menor, 90 tienen menos de mil habitantes”. Por esto, considera necesario tener claro el perfil demográfico, que es el de la auténtica igualdad; igualdad entre personas y entre territorios.

Por otra parte, Colomer mostró su compromiso de “estar junto al equipo de Gobierno a la hora de reivindicar sin trampas y sin complejos, porque todos tenemos que tener claro que los primero tiene que ser Castelló y después, todo lo demás, es secundario”. Para el portavoz socialista, “nuestro objetivo tiene que ser regenerar todas las posibilidades sociales y económicas que tenemos como provincia, para impulsar un sentimiento común de encuentro, superando las decisiones arbitrarias y el clientelismo”.