El PSPV propone usar las cacas de perro de las calles de Paterna para generar energía pública
Los socialistas apuestan por implantar un sistema de transformación de heces caninas en energía limpia y gratuita que reducirá la presencia de excrementos en la vía pública y fomentará la conciencia ecológica
Con esta iniciativa, los socialistas recogen una de las sugerencias vecinales expuestas en la I Asamblea de Barrios, celebrada por el partido esta misma semana, con el objetivo de reducir la contaminación urbana generada por la acumulación de excrementos caninos en la vía pública y de contribuir al ahorro energético y al cuidado del medio ambiente.
Para la candidata socialista a la alcaldía de Paterna, Lorena Benlloch, este innovador proyecto, además de favorecer el reciclaje, las energías renovables y la concienciación medioambiental, “resuelve una de las principales quejas vecinales de todos los barrios como es la presencia habitual de excrementos de perro en las calles de Paterna que, aparte de ser un residuo infeccioso y desprender gases de efecto invernadero, daña la imagen de nuestro pueblo y entorpece la circulación de peatones”.
Para poder implantar en Paterna un sistema que convierta la caca de perro en fuente de energía, los socialistas han presentado hoy una moción para que el Ayuntamiento de Paterna estudie la viabilidad de este proyecto en el municipio con el fin de que, si es favorable, Paterna pueda contar el próximo año con este novedoso sistema.
Asimismo, Benlloch remarca que esta iniciativa “es una opción viable porque es productiva, beneficiosa, ecológica y asequible, que es de lo que se trata en época de crisis”.
Cómo se transforma la caca en energía
El sistema de generación de energía con excrementos caninos que propone el PSPV-PSOE de Paterna, utilizado con éxito en EEUU para iluminar gratuitamente los parques públicos, consiste en procesar las heces de perro con el objetivo de crear biogas, combustible ecológico formado por metano y dióxido de carbono, para generar posteriormente energía eléctrica.
Primero se recolectan las heces con bolsas biodegradables y después se introducen en un tanque metálico que recoge el metano que desprenden las heces al descomponerse y lo almacena para poder utilizarlo como combustible y activar lámparas u otros sistemas de combustión de proporciones pequeñas que funcionen con este gas.
