Medio Ambiente recupera los bancales del Paisaje Protegido de la Solana del Benicadell
Declarado Paisaje Protegido por el Gobierno Valenciano en abril de 2006, la Solana del Benicadell es un espacio natural de 900 hectáreas de gran valor ambiental, ubicado en los términos municipales de Muro d’Alcoi, Gaianes y Beniarrés.
La rehabilitación de los bancales de la Solana del Benicadell, iniciativa que la Conselleria de Medio Ambiente va a desarrollar en diferentes fases, tiene como principal objetivo la conservación y mejora de los paisajes generados por la interacción entre la actividad humana y el medio natural.
Los trabajos de recuperación, que corren a cargo de la Brigada de Mantenimiento y Conservación del Paisaje Protegido, pretenden conservar los abancalamientos de la agricultura tradicional de olivar; frenar la acción erosiva de las aguas pluviales; fomentar el mantenimiento de la biodiversidad, ya que los bancales albergan especies de flora y fauna; disminuir la propagación de incendios al eliminar el matorral y recuperar las formas originales de las construcciones tradicionales en “piedra seca”.
Orígenes en el siglo XVIII
El origen de los abancalamientos se halla en la presión demográfica que sufrió la zona del Benicadell en el siglo XVIII, cuando las laderas de la montaña comenzaron a utilizarse para el uso agrícola y otras actividades tradicionales, como la explotación maderera, la extracción de leña y la apicultura.
El cultivo en bancales es una de las constantes del paisaje agrario mediterráneo. Dese épocas muy antiguas, pero especialmente desde los siglos XVIII y XIX, la falta de suelo agrícola obligó a los campesinos a instalar cultivos en las laderas de la montaña, anteriormente desestimadas, por resultar demasiado inclinadas.
Los abancalamientos se caracterizan por estar construidos con materiales y técnicas tradicionales de “piedra seca”. Su nombre indica una técnica constructiva que consiste en colocar las piedras de diferentes tamaños, anexas unas a otras, sin ningún otro material que las una.
