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Alicante, la tierra de los 100 castillos

Alicante, la tierra de los 100 castillos
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    Alicante, zona de pueblos costeros, cristalinas aguas, calas misteriosas y un sinfín de posibilidades por descubrir. Son muchos los turistas que en verano eligen la Costa Blanca para pasar sus vacaciones, sea en familia, en pareja o entre amigos. Pero Alicante es muy más que arena y playa, para los amantes de las fortalezas medievales y de la época mudéjar, deberían conocer esta tierra llena de leyenda por sus palacios amurallados y arquitecturas de más de 1.500 años de antigüedad.

    Cada uno de estos castillos épicos están situados en enclaves privilegiados para disfrutar del paisaje privilegiado de la zona. Reyes visigodos, como Tudmir, míticos caudillos árabes, como Al Azraq, y monarcas de la cristiandad tan señalados como Jaume I o Alfonso X El Sabio han paseado entre las murallas de todas estas antiguas fortalezas.

    Hay cinco rutas repartidas por distintas zonas de la provincia alicantina como los castillos del Vinalopó, los conocidos castillos de la Llave del Reino, las fortalezas de Tudmir, los castillos de la Montaña o los castillos de la Frontera del Miedo. Elperiodic.com ha querido escoger diez de los destinos más emblemáticos de estas rutas para que podáis elegir la Costa Blanca como destino turístico para esta Semana Santa.

    Castillos del Vinalopó
    El Vinalopó es una rica tierra conocida por su actividad vinícola, por la producción del vino y la uva en estas tierras. Este territorio ha sido escenario de grandes batallas protagonizadas por el Rey Jaime I el Conquistador y Alfonso de Castilla. Son muchos los señores que han pisado esta zona y que levantaron caseríos, haciendas y fortalezas a lo largo de toda su extensión territorial. Figuras históricas como Juan Fernández Pacheco, primer Marqués de Villena y Mariscal de Castilla.

    Uno de los lugares más emblemáticos y reconocidos de esta ruta del Vinalopó es la Atalaya de Villena. El origen de este monumento se remonta al s. XII durante el asentamiento islámico, hasta que en 1240 cayó en mano de los cristianos. La fortaleza y sus alrededores fueron declarados Marquesado de Villena por concesión real. El edificio se conserva en muy buen estado. Su estructura principal parte de una torre como protagonista del conjunto de cuatro plantas, con unas hermosas bóvedas. Durante su historia ha tenido otros ilustres propietarios como el escritor don Juan Manuel.

    Otro de los emplazamientos más populares de la ruta del Vinalopó es el famoso Palacio de Altamira de Elche, conocido también como Alcázar de la Señoría. En su construcción se pueden distinguir tres fases históricas: la almohade, unas obras en su estructura entre el s. XV Y XVI; y por último, una remodelación en el s. XVIII. La Torre también es uno de los emblemas más destacados de esta fortificación, ya que en su interior ha hospedado a figuras históricas de la altura de Jaime II, Pedro IV, Alfonso III, los Reyes Católicos y las reuniones del Consejo General de la villa hasta el siglo XV. El interior de este palacio se ha convertido en la sede del Museo Arqueológico de la ciudad. Así que aparte de viajar a la época medieval, podremos descubrir un poco más de la historia de Elche.

    Castillos de la Llave del Reino
    La siguiente ruta nos llevará hasta los castillos de la Llave del Reino, conocidos por este nombre por Pedro IV de Aragón, El Ceremonioso. Alicante es el punto neurálgico de este camino de fortalezas que nos adentra a dominar el mar mediterráneo con la fortificación de la Isla de Tabarca y su Torre de San José. Pero el castillo de Santa Bárbara es el alcázar que preside la capital del sur de la Comunidad Valenciana. Con una altitud de 166 metros, el monumento es de origen musulmán y data de finales del s. IX. Es una edificación rocosa, llamativa y poderosa con tres recintos diferenciados de distintas fechas que van desde el s. XV hasta el s. XVIII. Los restos más antiguos se encuentran en la parte más alta del castillo, desde donde podemos ver a nuestros pies toda la ciudad alicantina.

    Mientras que en El Campello podemos visitar y descubrir la Torre de la Illeta situada en el puerto deportivo de la ciudad. Fue construida entre 1554 y 1557, para prevenir a la ciudad de posibles piratas. La fortaleza tiene forma de cono truncado, tiene un diámetro de seis metros y cinco en la parte más alta. La puerta de acceso está en su parte media, por ello los visitantes deben acceder a su interior a través de un escalinata, en su época utilizaban una escalera de gato o de cuerda. En su interior podemos ver una estructura maciza y a través de otra escalera, accedemos a la terraza dejándonos a los pies del mar mediterráneo. Fue declarado Bien de Interés Cultural y restaurada en 1991.

    Castillos de Tudmir
    La ruta de los Castillos de Tudmir es una zona que tiene como capital Orihuela, un itinerario histórico por el sur de la provincia de Alicante que tenía como líder al gran estratega Teodomiro. Aparte de esta ciudad, encontramos otros enclaves como el castillo de Callosa de Segura a 200 metros de altitud en la parte posterior del santuario de San Roque en lo alto de su Sierra, unas ruinas datadas del año 961 de la época del Califal.

    Mientras que en Pilar de la Horadada se encuentra la Torre con el mismo nombre de la ciudad a orillas del mar. Se trata de una torre vigía alzada por Felipe II construida en 1591.

    Castillos de la Montaña
    Si no trasladamos hasta el interior de la provincia de Alicante podremos recorrer la ruta de la Montaña. Este camino ofrece una alternativa turística a la que conocemos en la Costa Blanca, con valles surcados y hermosos riachuelos. Recodos de villas, antiguas alquerías y almohades con la huella del Al-Andalus con el mítico caudillo Al Azraq a la cabeza.

    Tienen como rico enclave Alcoy con el castillo de Barxell de construcción medieval del s. XVIII, es una fortificación medieval construida para vigilar las localidades mudéjares de los alrededores. Otra de las ubicaciones más famosas de la ruta es Cocentaina y el castillo de Penella de 1277 un bello edificio presidido por una majestuosa torre en la que el rey Jaime I concedió a Ponç Guillem de Vilafranca las alquerías de Penella y Forminyà.

    Castillos de la Frontera del Miedo
    Nuestra ruta por el Medievo y los tiempos del Islam en nuestras tierras alicantinas acaban con la ruta de los castillos de la Frontera del Miedo, construcciones construidas a los pies del mar para evitar posibles conquistas y asedios de piratas y corsarios.

    Esta red de fortificaciones marítimas convergen hoy perfectamente entre la armonía del mar y la abruptuosidad de las montañas costeras. Villajoyosa, Calpe, Benidorm o Xàbia son los emblemas de esta ruta, aunque una de las más fantásticas es el castillo de Dénia de la época romana. Mientras que en Polop encontramos una edificación mudéjar alzada en el siglo XII con un gran valor estratégico y que conserva grandes piezas históricas de la época en su interior.

    Faltan muchos lugares por descubrir entre las 100 fortalezas que comprenden esta ruta entre los castillos de la Costa Blanca. Un turismo diferente y que nos adentrará de lleno en la cultura artística e histórica de la provincia de Alicante.

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