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El partido negaba goteo de fugas hace poco

Los afiliados de UPyD de Guardarmar del Segura abandonan el partido

    Los afiliados de Guardamar deciden darse de baja del partido al igual que hiciera casi la mitad de la ejecutiva autonómica y un centenar de afiliados de otros municipios en toda la Comunitat

    Los ya ex afiliados de Unión Progreso y Democracia (UPyD) en Guardamar del Segura han emitido un comunicado para informar de su decisión de darse de baja en el partido magenta. Según explican, el motivo que ha llevado al conjunto de los afiliados a abandonar la formación tras años de trabajo voluntario en Guardamar es el “profundo desacuerdo con el rumbo que ha tomado la formación política a manos de la dirección liderada por Rosa Díez y las formas mostradas por ellos en los últimos meses”.

    “En muy pocos años lo que era un proyecto nuevo, ilusionante y necesario, al que miles de personas en toda España han dedicado su esfuerzo desinteresado por mejorar nuestra sociedad, se ha convertido en un partido más, al estilo de los “viejos partidos”, cuyas prácticas distan mucho de la regeneración democrática que tanto necesita nuestro país”.

    La desaparición del partido en Guardamar del Segura se une así a la reciente dimisión del coordinador territorial, Alexis Marí, y casi la mitad de los miembros de la ejecutiva autonómica, entre los que se encontraba la delegada de Guardamar del Segura, Marina M. Corbalán, y engrosa el goteo de bajas que ya supera el centenar en toda la Comunitat Valenciana.

    El pasado mes de agosto se abrió una crisis interna en UPyD cuando el ya ex eurodiputado y número uno del partido en el Parlamento Europeo, Francisco Sosa Wagner, publicó un artículo en el que defendía la necesidad de unir esfuerzos con Ciudadanos, una formación muy similar a UPyD en sus propuestas y con la que comparte franja de electorado. A partir de ese momento se desencadenó una respuesta desmedida y feroz por parte de los responsables del partido contra el eurodiputado, al que se le llegó a retirar la portavocía de UPyD en el Parlamento Europeo, que había obtenido mediante primarias internas. Francisco Sosa Wagner acabó por renunciar a su acta como eurodiputado y abandonar el partido.

    En palabras de la que fuera delegada local de Guardamar y responsable de Comunicación y Prensa del Consejo Territorial de la Comunitat Valenciana, Marina M. Corbalán, “nos vamos porque llevamos demasiado tiempo presenciando episodios que van en la dirección contraria a lo que se espera de un partido regenerador. El Manifiesto Fundacional de UPyD abrió la puerta a un proyecto motivador y necesario, basado en el interés general de todos los españoles, no en los intereses partidistas de unos pocos. Seguimos teniendo el mismo compromiso con la regeneración democrática y queriendo trabajar por Guardamar para ofrecer soluciones a los problemas de nuestro municipio, tanto como el primer día. Pero no podemos seguir vinculados a unas siglas en las que ya no nos vemos representados, no sería coherente”.

    Corbalán explica que “hemos presenciado capítulos injustificables, como los métodos de elección de delegados para el Congreso Nacional mediante listas secretas de favoritos impulsadas por el aparato y el desarrollo blindado del propio Congreso, la anulación de las elecciones al Consejo Territorial de Murcia en las que ganó la candidatura “no oficialista” -un tema que ahora está en los tribunales-, o el vacío al que se ha sometido al Consejo Territorial del que yo formaba parte, que ganó las elecciones el pasado mes de febrero frente a la candidatura “oficialista” de Fernando Llopis y Toni Cantó.

    Sin embargo, la forma de atacar a Sosa Wagner por defender una unión con Ciudadanos, que consideramos imprescindible en la situación actual, ha sido la gota que ha colmado el vaso. Es tiempo de tener altura de miras y generosidad para poder ofrecer una alternativa regeneradora, moderada y fuerte a los españoles ante la grave situación que atravesamos y, lamentablemente, creemos que la mayoría de los miembros de la actual dirección UPyD no ha sabido estar a la altura de las circunstancias.

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