Los participantes en la XVI Marcha Ferroviaria recorren la distancia que separa Dénia y Alicante junto al TRAM
La caminata es un homenaje a la figura de los antiguos peones que revisaban el estado de las vías
El trazado de FGV marca esta ruta de 105 kilómetros por algunos de los parajes más impresionantes de la provincia
Los participantes salieron el viernes por la noche de la estación de Dénia y llegaron casi 24 horas más tarde a la de La Marina en la capital alicantina
Medio centenar de participantes en la XVI Marcha Ferroviaria entre Dénia y Alicante, organizada por la Asociación Cultural Ferroviaria Mascarat, han recorrido a pie los 105 kilómetros que separan las estaciones del TRAM Metropolitano de Alicante de Dénia y de La Marina, en la capital alicantina.
Los senderista comenzaron la marcha el viernes 4 de mayo, hacia las 22:00 horas, en las instalaciones de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) de Dénia y terminaron aproximadamente 24 horas más tarde en las dependencias de La Marina, sede emblemática de la empresa en la capital alicantina. La prueba se celebra cada año en mayo, coincidiendo con el fin de semana de luna llena para que la marcha nocturna se haga con mayor facilidad.
El trazado de FGV marca cada año este recorrido que discurren en buena parte de sus tramos por caminos que discurren junto al trazado de la red del TRAM y que permiten disfrutar de estupendas vistas de la costa y la montaña alicantina y de algunos de los parajes más impresionantes de la provincia.
La marcha surgió como homenaje a la figura de los peones de vía, una antigua categoría ferroviaria encargada de mantener libres y limpias de obstáculos las vías del ferrocarril. Estos vigilantes de las vías recorrían el trazado antes de que circulase el primer tren del día para comprobar que estuviesen en buen estado.
Los participantes en esta marcha no competitiva deben tener un nivel medio-alto de forma física sobre todo por la distancia deben recorrer. En cualquier caso, el grupo va acompañado por un vehículo de apoyo y avituallamiento para llevar los bultos y ayudar a los participantes.
Por otro lado, los participantes también tenían oportunidad de realizar sólo un tramo de la marcha y retirarse en alguna de las estaciones del TRAM que había a lo largo del recorrido, ajustando la marcha a su preparación física.
Como cada año, la inscripción en la marcha incluía regalos, cena, bebida, camión para llevar mochilas, furgoneta de apoyo, masajistas, servicio medico, seguro, desayuno, almuerzo, merienda y mucha diversión y esfuerzo.
En la llegada a la meta, ubicada en la estación de La Marina, se ha repartido una merecida merienda entre los participantes.
