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Por María José Navarro
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Las cifras de la vergüenza

    Me llamo Bashira, soy siria y huyo de la guerra de mi país. Mi marido y mis tres hijos han conseguido pasar la frontera, pero no sé nada de ellos. He de cruzar yo también, pues no pierdo la esperanza de encontrarlos? pero para ello he de mantenerme viva en mi país (de las bombas, las matanzas, las violaciones), he de encontrar la forma de salir de él, he de sobrevivir a un viaje infernal y cuando llegue al mundo "civilizado" he de buscar la manera de que, a pesar de las condiciones que tendré que soportar en el campamento de refugiados (y esto es lo mejor que me puede pasar), pueda encontrarles?

    Pude ser Bashira durante unos minutos el pasado viernes en la facultad donde estudio. Y sentí por unos instantes la desesperación, el miedo, la angustia de esa mujer. Todos y todas los que allí estábamos pudimos ponernos en su piel y en la de tantos miles de personas que huyen del horror de sus países (Siria, Afganistán, Irak, Somalia?) hacia un futuro más que incierto. Más de 1.000.000 de personas llegaron a Europa por mar en 2015.

    Ese futuro que puede que sea solo de unas horas: las que dura el trayecto en patera, del que pueden no sobrevivir. En el Mediterráneo, el año pasado, perdieron la vida más de 3.000 personas?

    Tal vez tengan la suerte de llegar a la costa y el gobierno de turno decida devolverlas a sus países de origen, como sería el caso de los países del Golfo Pérsico, que no forman parte del tratado sobre refugiados de la ONU. También hay otros países ricos que no han ofrecido ninguna plaza de reasentamiento, como son Rusia, Japón, Singapur o Corea del Sur. O la mismísima Unión Europea, con el acuerdo firmado con Turquía, para deportar a los refugiados.

    220.000 personas en Siria han muerto por el conflicto armado que sufren desde hace más de cuatro años y 12,8 millones necesitan asistencia dentro de su país.

    4,1 millones de sirios han abandonado su país desde que dio comienzo la guerra civil, en lo que se considera una de las peores crisis humanitarias desde la Segunda Guerra Mundial. Más de la mitad están en Turquía, algunos pocos de ellos en campamentos, y el resto, malviviendo en las calles turcas; 1,1 millones están en Libia, lo que supone un incremento de su población de casi el 25%; más de 600.000 han sido acogidos por Jordania; un cuarto de millón de sirios está en Irak; y más de 100.000 en Egipto.

    Grecia ha recibido la llegada por mar de más de 250.000 personas. Cerca de 15.000 se hallan recluidas en el campo de refugiados de Idomeni, calificado como la vergüenza de Europa, debido a las nefastas condiciones que deben soportar los que allí habitan: hacinados, hambrientos, sin medicinas ni ayuda médica, desesperados?

    Pero todo esto nos pilla demasiado lejos y más aún a nuestros políticos. Cierto que la ciudadanía de a pie poco puede hacer? o tal vez más de lo que creemos, porque si nos dolieran esas muertes y ese sufrimiento como propio, como si esas personas que consideramos tan lejanas, tan separadas de nuestra realidad, fueran compatriotas nuestros, fueran de nuestra propia familia, sangre de nuestra sangre, estaríamos en las calles reclamando que el gobierno, los gobiernos, pusieran todos los medios a su alcance para solucionar el problema.

    Y, si la globalización nos sirve para poder tener acceso a cualquier recurso del mundo, ¿por qué no sentimos que todos por igual somos hijos de ese mundo?

    Entonces, ¿a qué estamos esperando?

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    comentario 1 comentario
    Marietika
    Marietika
    06/11/2016 09:11
    Dios lo arreglará todo

    No nos preocupemos, que dios (Alá o Dios) no abandona a sus hijos y en menos de un mes llega con su Gloria repartiendo amor entre los hombres (supongo que algo nos caerá también a las mujeres) y todos los males del mundo se solucionarán... o, era después del apocalipsis cuando venía a resucitar a los muertos y repartir castigos a los malos y llevarse al cielo a los buenos? uyss que lio! Es que dios (se llame como se llame, sea el mismo u otro diferente) hace demasiado tiempo que no aparece por este planeta... perdón, creo que otra vez me he liado... Dios (o Alá) no ha estado nunca aquí!! Así nos va. Si hubiese venido hubiese puesto paz mucho antes, porque no quiero pensar en un dios que deje que nos matemos tan cruelmente y se regocije en su trono. Bueno, parece que todos tenemos claro que algún día vendrá y salvará a los buenos, pero, a este paso, se va a llevar a cuatro, y ninguno político, porque mira que lo estamos haciendo mal... y encima, en su nombre!!!

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