Noticias que tranquilizan…
Esto es un sinvivir. Poner la televisión, escuchar la radio o leer la prensa es una tarea que requiere de mucha energía para poder asimilar las noticias que nos presentan, pues suelen ser malas, muy malas o muy cabreantes. La categoría de noticias positivas es complicada de localizar, pues parece que esto no vende demasiado. Sin embargo, yo esta noche ya podría dormir a pierna suelta, pues he encontrado dos noticias que me tranquilizan:
- La primera noticia, es la de un estudio realizado en el metro de Boston sobre las bacterias que podemos encontrar en el metro y cuyos resultados son bastante halagüeños, ya que todos los microbios con que podemos tropezarnos en cualquier vagón son de baja virulencia, con pocos agentes patógenos preocupantes. También concluye el estudio, que hay poca variación entre líneas y estaciones distintas con diferentes grupos demográficos. En fin, que nada, que ir en metro o bus es sano lo mires por donde lo mires, pues resulta menos peligroso y contaminante que nuestro vehículo particular, así que los hipocondríacos ya no tienen excusa para no utilizar el transporte colectivo.
- También encuentro otra que me relaja sobremanera, pues parece que Belén Esteban ha suspendido el teórico del carnet de conducir, lo que da una tregua al resto de los mortales, que, de momento, todavía podremos salir a la calle con tranquilidad.
Aunque, lamentablemente, hay muchas más...
…NOTICIAS QUE QUITAN EL SUEÑO
Y, en esta línea, encontramos la de que nuestro actual gobierno en funciones ha vuelto a sacar dinero, nada menos que 8.700 millones de euros, de la ya escurrida hucha del fondo de pensiones. Fondo que, según los expertos, no va a durar ni lo que un caramelo a la puerta de un colegio, pues desde el 2012 se ha reducido en un 60%, pasando de los 66.375 millones que había en 2011 a los 25.176 millones que han quedado después de esta última retirada de dinero.
También quita el sueño el hecho de que nos vuelven a subir el recibo de la luz, además, con carácter retroactivo y con nocturnidad y alevosía, ya que esto llevaba gestándose desde hace mucho tiempo, pero las campañas electorales que hemos sufrido lo hacían incompatible. La subida no es demasiado grande, solo un 0’2%, en concepto de atrasos, pero si esta cantidad se suma a todas las subidas que ya ha experimentado nuestra cuota eléctrica, resulta que pagamos uno de los recibos más altos de Europa.
En fin, como no sé qué hago quejándome, pues la ciudadanía ha votado por tener esto (y lo que vendrá), creo que me voy a quedar con la idea de que cada vez que suba al metro o al bus no voy a pillar ninguna bacteria perjudicial, que para perjudiciales ya tenemos los resultados de las urnas.
