Hablando de mujeres

Hemos empezado el año mal, desde el punto de vista de las mujeres. Estos primeros días de enero están siendo un no parar de noticias relacionadas con nosotras y en clave tan patriarcal que angustia: que si las violaciones masivas de Nochevieja, que si los asesinatos de varias mujeres (muchas ya) en manos de sus parejas, que si los insultos a las Magas de Enero, que si Shakira como objeto sexual de todo un campo de fútbol, que si la diputada con su bebé el día de la constitución del Congreso…

Ríos de tinta han corrido con cada una de estas noticias. Bueno, con todas no, ya que mientras nos matan, hay otras cuestiones que atraen mucho más a los medios de comunicación y, por lo tanto, se acaban invisibilizando y “normalizando”, por lo cotidiano, los asesinatos de mujeres.

Con la noticia de las violaciones de Nochevieja se ha podido leer de todo, aunque esta cuestión se ha derivado hacia el tema de la inmigración y los refugiados, lo que le ha dado el tinte xenófobo que interesaba en estos momentos. Sin embargo, en esta celebración de fin de año, resulta habitual que ocurran agresiones sexuales y no aparecen en las noticias, quizás por la dificultad que entraña su denuncia pública. Como también lo es en celebraciones tan españolas como los San Fermines, en la que los machos patrios se propasan con las mujeres, aunque eso sí, con el argumento de que ellas los han provocado y se han dejado tocar… Al hilo de esto, puedo recordar un artículo de opinión leído estos días, en el que el articulista aconsejaba a las adolescentes que se taparan y no provocaran, pues el instinto masculino les obliga a desearlas, y si luego resulta que son agredidas, la culpa es en exclusiva de ellas y sus encantos. ¡Vomitivo!

Otra de las cuestiones que ha provocado que se hable hasta la saciedad, es la diputada Bescansa y su bebé en el Congreso. Sin entrar en consideraciones de que si su acción perjudica o beneficia al resto de sus congéneres, por aquello del agravio comparativo y de que si el resto de los mortales no pueden llevar a sus retoños al trabajo (cosa que me parece una falacia, pues precisamente pienso que lo que quiso es hacer visible las dificultades que tienen las mujeres de compaginar el trabajo y la maternidad, sin más), sí que se ha visto otra vez, como se nos ataca y vilipendia gratuitamente, por el hecho de serlo y pelear por nuestros derechos.

Que las mujeres tenemos graves problemas aún en el siglo XXI, está más que claro. Que hay que hacer un esfuerzo desde las políticas mundiales, estatales, autonómicas y locales para trabajar todas estas cuestiones que nos afectan, también. Solo un par de datos, en cuanto a la violencia de género, para demostrarlo: Un informe de la ONU sitúa esta causa como la principal causa de muerte entre las mujeres de entre 15 y 44 años en todo el mundo, por delante de las muertes provocadas por el cáncer, los accidentes de tráfico o las guerras. Otro informe, éste de Intermón Oxfam, dice que siete de cada diez mujeres en el mundo sufrirá violencia física o sexual en algún momento de su vida.

Queda mucho por hacer…