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Valencià
Por María José Navarro
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Presupuestos participativos

    El otro día llegó un correo de la Federación de Vecinos de Valencia a todos los colectivos asociados, pidiendo a las asociaciones de barrios y pedanías para enviarles urgentemente un listado con las necesidades que en cada barrio tenemos, para luego hacer un filtrado en asamblea y hacerle llegar al concejal correspondiente un par de actuaciones prioritarias de cada zona.

    Este mismo correo, o muy parecido, tuvimos el año pasado haciendo la misma solicitud, aunque entonces quedó en agua de borrajas, cuando se les comunicó a los representantes vecinales que solo tenían un millón de euros para invertir en esta propuesta, cifra ridícula teniendo en cuenta la situación de la mayoría de nuestros barrios.

    Ante esto, la presidenta de la federación, con muy buen criterio, rechazó la propuesta y reconvino que ese millón de euros se destinara a ayudas sociales.

    Este año la cifra asciende a cincuenta millones. Cincuenta millones para invertir entre 70 asociaciones, o sea, 140 actuaciones repartidas por toda la ciudad de Valencia. Trescientos cincuenta mil euros para cada actuación. Setecientos mil euros para cada barrio. Esa cifra puede dar para bastante si de verdad se aplica con conocimiento y sin los sobrecostes a los que nos tienen acostumbrados…

    Aunque también es cierto, que las necesidades de los barrios son muchas y a este ritmo pasarán años hasta que se hagan realidad todos los proyectos, no puedo dejar de pensar que si esto hubiera sido así desde hace 20 años, mi pedanía estaría maravillosa.

    Tal vez Valencia no tendría algunos de esos megaproyectos que nos han hundido en la miseria, pero los ciudadanos, todos y todas, los del centro y los de la periferia, los ricos y los pobres, viviríamos en mejores condiciones y nuestros barrios y pedanías no tendrían las carencias que son patentes. Y sobre todo, los ciudadanos y ciudadanas nos sentiríamos parte de nuestra ciudad, ya que hubiéramos participado de la construcción de la misma, aportando ideas y ayudando al consistorio en su tarea de mantener nuestros barrios en condiciones de habitabilidad.

    Y se me ocurre un ejemplo muy claro y significativo de nuestro barrio, a tenor de lo que comento: ¿para qué queremos en Benimámet dos estaciones futuristas, que rompen con la estética del entorno y que han costado un Potosí?
    Si alguien se hubiera molestado en preguntar a vecinas y vecinos, nuestra propuesta hubiera sido otra, seguramente mucho menos ostentosa, más modesta, pero mucho más adecuada al entorno y a nuestras necesidades… y sobre todo, mucho más barata, pudiendo haber redundado esa economía en beneficio del barrio…
    Espero que esta iniciativa de presupuestos participativos no se quede en un anuncio preelectoral y se lleve adelante teniendo en cuenta la opinión de los representantes vecinales.

    Por cierto, que el tema de la limpieza, que ha sufrido recortes drásticos, no sé si se contemplaría en esta propuesta, pero es algo en lo que el ayuntamiento debería hacer un esfuerzo de mayor inversión, ya que nuestros barrios están muy sucios y así lo venimos denunciando reiteradamente desde el movimiento vecinal.

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    comentarios 2 comentarios
    Marietika
    Marietika
    22/11/2014 03:11
    hay que establecer prioridades

    Como ciudadana, ¿prefiero un barrio limpio, tranquilo, sin ruidos ni contaminación, con parques y jardines, espacios de ocio, seguridad para que mis hijos/as puedan salir solos a la calle? ¿o prefiero que mi ciudad sea conocida por sus grandes obras para sentirme orgullosa de pertenecer a ella? Primero lo urgente, y luego lo importante. Quiero sentirme orgullosa de mi barrio, de la zona donde vivo y me desenvuelvo, donde mis hijos/as van al colegio y tienen sus amigos. No quiero tener que trasladarme con mi familia kilómetros para disfrutar de un día al aire libre. Quiero abrir mi ventana y respirar aire puro, oír cantar a los pájaros en los árboles cercanos. Quiero saludar a mis vecinos/as por su nombre de pila y recuperar las tertulias a la fresca, como se hacía antaño. Cuando tenga todo eso, cuando todos los vecinos de todos los barrios de Valencia, tengan eso, me sentiré orgullosa de mi ciudad, sin necesidad de Grandes Obras (que encima se nos caen a pedazos)

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