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Por María José Navarro
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Las obviedades obviadas

    Hay cosas que consideramos tan obvias que nos olvidamos de hablar de ellas, pues pensamos que no es necesario hacerlo ya que todo el mundo está enterado, informado y tiene suficientes herramientas como para no tener que transmitirle más información al respecto… Sin embargo no es así. En el mundo de la (des)información en el que vivimos, resulta que a pesar de recibir un bombardeo diario de información varia, no estamos tan informados como pudiéramos pensar, incluso yo me atrevería a decir todo lo contrario, que estamos menos o peor informados de lo que sería recomendable.

    Es lo que pasa con el SIDA, del que no se habla demasiado y sin embargo las cifras están ahí, pues en el mundo desde la década de los 80 se han infectado unos 65 millones de personas y cada año se infectan entre dos y tres millones más… En España hay 130.000 personas infectadas con el VIH y esa cifra aumenta entre 3500 y 5000 cada año que pasa.

    Bien es verdad que los fallecimientos a causa de esta enfermedad han bajado en un 95% gracias a los fármacos utilizados que consiguen detener el avance del virus y que los pacientes puedan tener una vida absolutamente normal, pero en estos momentos los nuevos casos se detectan muy tardíamente, a pesar de que las pruebas son fáciles de hacer y están al alcance de cualquiera, lo que hace pensar que, a fuerza de no hablar de ello y de que hayan desaparecido los recursos destinados por la administración para las campañas de prevención y atención al VIH y el SIDA, no seamos conscientes del riesgo y no se utilicen los métodos adecuados para evitar el contagio.

    Y es que en esto, como en tantas otras cosas imprescindibles, han llegado los recortes y se han dejado de hacer campañas informativas sobre esta enfermedad y su prevención, ya que la mejor vacuna contra el SIDA (y en estos momentos la única posible) es la prevención. Campañas que también ayudaban a evitar la discriminación y estigmatización de las personas portadoras del virus, por lo que me parece extremadamente importante que volvamos a hablar de ello.

    Diferentes informes confirman que existe una gran discriminación de las personas con VIH en el terreno laboral, llegando a tener una tasa de desempleo del 53%, así como en el social, ya que un gran número de personas (alrededor del 20%) piensa que los portadores del VHI deberían estar separados del resto. Esto es uno de los efectos de esa desinformación de la que hablaba, pues la transmisión del SIDA solo es posible en tres casos:

    Cuando existe una relación sexual sin protección con una persona infectada.

    La transmisión de madre a hijo de manera intrauterina, durante el parto o por la lactancia materna.

    La transmisión a través de sangre infectada, al compartir agujas o jeringuillas…

    Y desde luego, NO se transmite por: besos, caricias, darse la mano, masturbarse, las lágrimas, el sudor, la saliva, la tos o los estornudos, convivir con personas que tengan el virus, compartir duchas, lavabos, WC, piscinas, ni por mordeduras de animales o picaduras de insectos, ni en donar o recibir sangre en países donde el control sea el adecuado…

    Volvamos a hablar del SIDA y exijamos que la administración vuelva a hacer campañas informativas para evitar que más personas se sigan infectando…Tan simple como el uso del preservativo para las relaciones sexuales, sean genitales, anales u orales para prevenir esta enfermedad. Tan simple como la formación y la información para evitar prácticas de riesgo y conductas discriminatorias.

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