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Valencià
Por María José Navarro
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El placer de prohibir

    Restricciones, prohibiciones, sanciones es lo que viene en la nueva normativa municipal del Excelentísimo Ayuntamiento de Valencia. Después de una semana fallera cargada de sátira en monumentos, volvemos una vez más a una realidad maligna y nada graciosa de la política del consistorio.

    No digo yo que no sea necesario regular para mejorar algunas normas de convivencia… pero hay cosas que no se acaban de entender por los ciudadanos de a pie, y es que nuestro gobierno municipal, empeñado en recaudar, controlar y en algún caso también reprimir a fuerza prohibir y sancionar, todo ello en un afán de privatizarlo todo, ahora también le quita la titularidad de la calle a los ciudadanos. Limita la libre circulación, la manifestación, la reunión o cualquier acto político, cultural que no apruebe el ayuntamiento.

    Represión para unos ciudadanos que, poco a poco pierden en sanidad, educación, bienestar, seguridad, y como no, también en democracia… y la esperanza de que puedan prosperar enmiendas a tanto despropósito, ya que el PP las enterrará con su mayoría.

    Las fiestas tradicionales, las terrazas de los bares, los músicos callejeros, los vendedores de la ONCE, los repartidores de prensa gratuita… todo queda milimétricamente regulado en esta normativa, hasta las moquetas que se instalan en los comercios en Navidad deberán ser de un determinado color y medida. Cualquier acto que suponga la ocupación del espacio público deberá contar con una autorización municipal, que supondrá en algunos casos el cobro de la correspondiente tasa.

    Y sirva como ejemplo, lo que este año ocurrió en muchos colegios que se quedaron sin poder hacer sus tradicionales pasacalles en Carnaval o Fallas ya que al solicitar la presencia de la Policía Local, se les dijo que deberían abonar las tarifas correspondientes, que rondan los 23 € por hora y por agente, más los extras… lo siguiente, ¿qué será?… ¿pagaremos nosotros a la policía en las manifestaciones?, ¿o también lo haremos nosotros, cuando estos políticos o sus amigos se rodean de policía cuando van a declarar a los juzgados por corrupción?

    ¿Por qué no hacen una norma que les prohíba ir contra de los derechos y libertades de los ciudadanos?

    ¿Cómo se llamaría darse placer prohibiéndose a si mismo?... ¿Sería una auto masturbación?

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