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Valencià
Por Víctor Soriano i Piqueras
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Los dos "9 d’Octubre"

    Este pasado 9 de octubre los valencianos celebramos, como cada año desde 1338 –el centenario de la conquista de Valencia-, el día de la Comunitat Valenciana con multitud de actos festivos en el ‘Cap i Casal’ y en el resto de nuestro territorio, que tienen como acto central la procesión cívica que acompaña a la Reial Senyera, entre el palacio consistorial de la capital, la Catedral metropolitana y la estatua del rey Jaume I.

    La procesión es un acto lleno de simbolismo y sentimiento, un acto de devoción cívica a los símbolos del pueblo valenciano, en el que responsables públicos, dirigentes políticos y representantes de la sociedad civil rendimos honores, no solo a la bandera de todos los valencianos, sino a todo lo que esta representa: un gran pueblo, orgulloso de cerca de un milenio de historia construida con el esfuerzo de generaciones, y que hoy sigue esforzándose por seguir progresando.

    Pero este fue un año muy especial, puede que el más simbólico de todos en los que se ha celebrado el día de los valencianos desde que accedimos a la autonomía. Los que tuvimos el honor y el orgullo de salir en procesión junto a nuestra Reial Senyera nos llevamos la mejor de las sensaciones de apoyo de los valencianos que se concentraban –nada menos de 90.000 personas, pese a las amenazas de lluvia- para arropar, no sólo a la bandera que es símbolo de todos.

    A pesar de que algunos medios de comunicación de fuera de la Comunitat, expertos en deformar la realidad, han querido tirar por tierra la imagen de este ‘9 d’Octubre’ dando un altavoz a los que, no sintiéndose valencianos, utilizan nuestra fiesta como acto de reivindicación de sus absurdas expectativas independentistas –y que dicho sea de paso, son ‘quatre gats’ (ahí están los resultados electorales)-, los valencianos este año se echaron a la calle para arropar más que nunca a las personas que han sufrido el acoso de estos medios y de los sectores, que desde el antivalencianismo, quieren construirse un futuro político.

    Los 90.000 valencianos que allí se concentraban nos demostraron que lo hacían para arropar a nuestro President, Francisco Camps; y a la alcaldesa de la capital, Rita Barberá. La campaña de acoso y desprestigio no engaña a los valencianos, que este año más que nunca fueron unánimes defendiendo a su tierra, y a su presidente. Los que vivimos en primera persona la celebración coincidimos: este año, como nunca hasta ahora, no hubo ni una sola voz discordante, ni un solo ‘energúmeno’ exaltado. La Senyera, portada por el regidor Ramón Isidro, hizo su recorrido, acompañada del President, la Alcaldesa y las más altas autoridades de nuestra Comunitat, con una tranquilidad y sosiego casi utópicas.

    Lejos del paso de la procesión, pocos eran los valencianos que se manifestaban. Como siempre, enarbolando la bandera del pancatalanismo, y este año, vergonzantemente liderados por la amalgama de partidos –peleados entre ellos, dicho sea de paso- que ha quedado de la ruptura de la coalición Compromís. Pero a los valencianos no les engañan las mentiras de algunos medios de comunicación, empecinados en mentir y difamar; no les asustan los miedos de Jorge Alarte, y de un PSOE que desde la connivencia con el gobierno de Zapatero niega el progreso a la Comunitat Valenciana; ni les importan las excentricidades de una Mónica Oltrá cuyo único discurso es la ofensa; y su forma de expresión, el más grande e irrespetuoso ridículo, inherente –desde luego- a su actitud en Les Corts.

    Algún día, los socialistas y su estela radical, se darán cuenta de que remar contra el pueblo valenciano, poniendo proa a las aspiraciones secesionistas y expansionistas catalanas y poniendo la Comunitat Valenciana a disposición de los estrategas de Rodríguez Zapatero como chivo expiatorio no hace más que ratificar a los valencianos en la decisión, en la que llevan ya cerca de dos décadas insistiendo, de que el Partido Popular de Francisco Camps y Rita Barberá es la única fuerza política valenciana y valencianista capaz de defender los intereses de los valencianos frente a las injerencias foráneas y los agravios externos.

    Lo que los medios de comunicación que cargan contra la Comunitat y esconden las vergüenzas de Rodríguez Zapatero no dirán de este ‘9 d’Octubre’ es que mientras los valencianos arropaban unánimemente al President Camps, el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, y el Delegado de Zapatero en la Comunitat, Ricardo Peralta, estaban en un acto junto al Presidente del Parlamento catalán, quién defendía en su presencia que “la nación son los Países Catalanes”. Este sábado, día 9 de octubre, se celebraron dos ‘9 d’Octubre’: la fiesta de los valencianos que creen y defienden al pueblo valenciano, y los saraos del pancatalanismo más contrario al progreso de la Comunitat, financiados y organizados por quienes no solo no sienten al pueblo valenciano, sino que luchan contra su identidad.

    Pero no se preocupen por lo que les narren algunos. También el ‘9 d’Octubre’ leíamos que, pese a todo, las encuestas dan al Partido Popular –o lo que es ya casi un sinónimo, a la Comunitat Valenciana- 60 escaños en Les Corts, o lo que es lo mismo, casi dos tercios del parlamento valenciano.

      

      

      

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    comentarios 6 comentarios
    calimero
    calimero
    27/10/2010 07:10
    Tant de follon....

    Per un drapet de colorets que un tio que es dedicava a invadir terrenys de gent que vivia en pau va passejar. I damunt apoiar a una regolfà de lladres i/o inutils passejant-se i la gent aclamant-los. COm va dir Groucho Marx: "que paren el mundo que me bajo!"

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