Montem el pollo
El pollo, ese ave de corral pilar fundamental de centenares de platos de la gastronomía mundial y de medio mundo es, al mismo tiempo, un elemento frecuente en la política valenciana. Ya en el 1995, cuando el PP necesitó a Unió Valenciana para conformar el primer gobierno azul de la Generalitat Valenciana en época democrática, se recurrió al pollo para hacer referencia al pacto. En aquel momento, se cuenta que los ya extintos valencianistas y los populares configuraron el famoso 'pacto del pollo', porque se repartían el gobierno como si de un pollo se tratase, para unos la pechuga y para otros las alas.
Ahora, gracias a los primeros datos que conocemos de los Presupuestos Generales del Estado, se ha vuelto a hablar de pollos. Esta vez de la mano de Compromís, partido que, haciendo suya la expresión 'montar el pollo', anima simbólicamente a los valencianos a hacer lo propio frente a los paupérrimos Presupuestos para con la Comunitat Valenciana y la diferencia de trato que los ciudadanos de esta tierra reciben con respecto de otras. Los Presupuestos, a todas luces, y tal y como comentan todos los partidos desde Valencia, incluyendo a PP y C's que son los artífices de la inversión que percibiremos desde el gobierno central, son escasos y no solucionan los problemas de los valencianos y las valencianas. Somos una región pobre, porque estamos por debajo de la media de PIB y además, no contentos con este triste récord, somos una tierra que a pesar de ello aportamos a la caja común más de lo que deberíamos.
Trasladado en cifras, el Estado invierte menos dinero en la sanidad de un valenciano que en la de un gallego o en la de un castellano manchego.
Montar el pollo es, sin duda, una buena idea. Y Mónica Oltra, una de las más avispadas políticas que ha conocido esta tierra, lo ha sabido ver a tiempo y ha hecho suya la bandera de la falta de financiación. No obstante, hay que decir toda la verdad, por incómoda que sea, y es que a diferencia de la materia, el dinero sí se crea y sí se destruye. El dinero que no recibe la Comunitat Valenciana no se ha esfumado por arte de magia, sino que, gastos superfluos y corrupciones varias aparte, está en otros sitios.
La lluvia de millones anunciada por Rajoy para Cataluña, en un intento de sobornar, tal cual, a los independentistas (o al menos a sus antiguos socios de Convergència, ahora PdCat), los sistemas fiscales autónomos vasco y navarro, que no aportan y un sistema de cálculo y reparto viciado ya desde el inicio, que no tiene al ciudadanos como un elemento de igual peso en todas las autonomías, provocan que esta tierra esté seriamente infrafinanciada.
Seamos serios, montemos el pollo, pero recuperemos antes la vieja pregunta: on estan, els diners dels valencians?
