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Por Carmen Vila Embid
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El Pequeño Nicolás

    Como toda España, yo ayer por la noche también pequé. ¡Confieso mi pecado!!! Lo vi casi hasta la mitad, mas no pude¡Vaya guaje que tiene el chaval!¿estamos locos? Es lo primero que pensé…..Aguanta un poco más….me dije.

    Estuve 10 minutos de reloj, justos diez minutos mas, viendo al Pequeño Nicolás en Tele-5. No pude aguantar más que ese tiempo.

    Si es cierto, aunque sea una milésima parte de lo que dice saber, este país está condenado al manicomio. Si no lo es, también creo que si la mitad de lo que argumentó es verdad¡Estamos locos de atar!!

    Quedé asombrada del aplomo, seguridad en sí mismo, facilidad de palabra, inteligencia sin duda, y desenvoltura de este joven de 20 años que, o es un enfermo mental con inteligencia muy desarrollada, o es un superdotado. Era la primera vez que actuaba en televisión.

    La quite, a la hora la volví a poner, seguía en la entrevista. Nicolás estaba terminando y en ese momento el periodista le estaba diciendo que por su bien. Que sí tenía pruebas de todo lo que a vía dicho por que se podía estar buscando algo muy gordo.

    “Las tengo, y otras cosas que toda vía no he contado –dijo- que en su momento las diré con sus documentos”.
    Me quede helada ¡¡¡ Preguntándome hasta dónde puede llegar una persona y como puede ser capaz de hacer tanto daño.
    Apagué la televisión desconsolada, tristísima. Ya no sé qué hacer. Y me puse a escuchar en el silencio de mi casa , con mis libros. Que al fin y al cabo ese es mi mundo, al fin.

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