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Por Miguel Bataller
Columna de Michel - RSS

Todos tenemos derecho a decidir

    Pero sólo los independentistas catalanes, tienen el “Derecho a hacer el payaso” y lo van a ejercer, con la complicidad del Gobierno del PP, ya que el jueves seis de Noviembre, su Ministro de Justicia salta a la palestra para echarles un capote a Más y a sus compañeros de aventuras, para decirles que si dejan la organización de la “consulta popular” en manos de plataformas cívicas, el Gobierno no procederá contra el Gobierno de la Generalidad.

    Y eso lo dicen apenas setenta y dos horas antes de ese bodrio, y después de meses de estar publicitando, promoviendo y motivando primero el referéndum, y luego la consulta popular, la Generalidad con todos sus medios.

    En vez de aplicar la Ley estrictamente contra quien corresponda, con el aval de la doble decisión de impedir la celebración del Tribunal Constitucional que les ha negado a los independentistas el derecho a las dos formas de expresión popular, el Gobierno de Rajoy le echa un capote a quienes tratan de dinamitar la unidad de España.

    Ya sé que llevar a cabo una consulta, en la que no hay censo para votar, y basta con inscribirse quien quiera ( en unas listas en las que aparecen inscritos Cristóbal Colón, El Capitán Trueno, Pinocho o Cicciolina) mueve mas a la burla y mofa internacional, que al respeto a sus resultados.

    No me importa el ridículo que hagan los políticos catalanes, y quienes decidan ir a votar inscribiéndose con cien nombres diferentes una misma persona, en varias listas.

    Con su pan se lo coman.

    Pero si me importa la inconsistencia política del Gobierno de Rajoy, que soslaya el problema, pasando de puntillas sobre el tema y facilitando a los delincuentes una salida digna.

    No sólo no lo soluciona sino que pasa a formar parte del mismo problema.

    Y el fondo del tema queda enquistado dejando la puerta abierta a todas las reclamaciones y peticiones futuras de quienes ahora salen bien librados de una batalla que tenían perdida desde el punto de vista legal y penal.

    Para eso hubiera sido mucho más conveniente y necesario, otorgarnos el derecho a decidir sobre ese tema a todos los españoles, y hacer un referéndum nacional totalmente legal y con todas las garantías, preguntando algo tan elemental como:

    ¿DESEA USTED QUE LOS CATALANES SIGAN FORMANDO PARTE DE ESPAÑA?

    Y una vez vistos los resultados, si la decisión de todos los españoles pasaba por liberar a los catalanes de la pesada carga de “ser españoles”, el segundo paso sería hacer otra consulta en Cataluña, preguntando a los catalanes:

    ¿DESEA USTED SEGUIR TENIENDO LA NACIONALIDAD ESPAÑOLA?

    Se informaría a todos los ciudadanos de Cataluña, de que ésta consulta seria nominativa y cada votante debería de firmar su voto y adjuntar fotocopia de su DNI al voto, a fin de poder complacerles a todos en función de sus deseos y del resultado de la votación.

    Y se les informaría también que de acuerdo con sus deseos, aquellos que no quisieran ser españoles, deberían devolver sus pasaportes o DNI a las autoridades judiciales para darles de baja en el censo electoral español, para liberarles de tan penosa situación.

    De ese modo, se les daría la absoluta libertad de poder elegir destino, eso si permitiéndoles vender sus propiedades a precio de mercado y sacar de España ese dinero sin problemas si querían marcharse, o conservar sus patrimonios aquí pudiendo remitir sus rendimientos a sus nuevos destinos (siempre que no estuvieran incursos en juicios por blanqueo de dinero u otros delitos) pero PERDIENDO LA NACIONALIDAD ESPAÑOLA, de acuerdo con sus propios deseos.

    Es la mejor y más democrática de las soluciones, para respetar el derecho a decidir y a votar todos, en temas concernientes a España, que a fin de cuentas es de todos.

    Ni se puede obligar a los catalanes que se sienten españoles a dejar de serlo, ni a los que no quieren serlo a seguir soportando el yugo de la españolidad.

    Y si luego otros independentistas de otras Comunidades Autónomas lo pedían, se seguiría el mismo proceso, votando primero todos los españoles y luego sólo los componentes de cada Autonomía, con los mismos condicionantes.

    Pero lo que sería indivisible, seria la territorialidad española, sin obligar a nadie a ser español, pero tampoco otorgándoles los privilegios de serlo.

    Seguramente se terminarían radicalmente los movimientos independentistas en España de raíz, ya que tendrían que ser apátridas, hasta encontrar cobijo en otras naciones que nunca les permitirían esas utopías mal enfocadas.

    Mi voto siempre sería el mismo, para todos los movimientos independentistas.

    Y lo siento Sr. Catalá, pero en éste caso ha honrado usted mucho más a su apellido que a su condición de Ministro del Gobierno español.

    En la antigüedad se decía: Roma no paga a los traidores.

    El Gobierno de Rajoy, no solo les paga sus deudas y caprichos, sino que les permite que llamen ladrones a todos los españoles, que pongan en peligro la unidad de España y les facilita una salida digna a un problema que ellos se han buscado con su traición e indignidad.

    Siguen ustedes acumulando razones, para ser vapuleados en las próximas elecciones.

    Y lo peor, es que no llego a alcanzar las razones que tienen para hundirse ustedes mismos en sus propias miserias y contradicciones.

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    comentarios 20 comentarios
    paco planelles
    paco planelles
    14/11/2014 07:11
    Vivir

    ¡Que dificil es vivir en paz y armonìa! Un abrao Josè

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