El IVACOR restaura obras del archivo municipal, carteles estarcidos y trepas del Museu del Taulell de Onda
La actividad cerámica en Onda posee una larga tradición, de la que quedan testimonios documentales de primer orden como las obras restauradas, las cuales merecen conside¬ración, por eso la Diputación de Castellón y el Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals han querido aunar es¬fuerzos para recuperar estos fondos.
El estado de conservación del material de archivo reflejaba los avatares que estos documentos han sufrido a lo largo de la histo¬ria. Muchos de ellos presentaban suciedad superficial, manchas de humedad, rasgados, deformaciones, ataque de bibliófagos, oxida¬ción de las tintas metaloácidas y pérdida de sellos.
De la colección de carteles estarcidos sólo uno de ellos presentaba policromía, ya que la mayoría servían para aplicar sobre ellos el pol¬vo de carbón para marcar los perfiles punteados. El cartel policromado es uno de los de mayor formato, representa un anuncio de estilo modernista de Leche de Cabra y la técnica empleada es gouache y carboncillo.
Estos carteles presentaban importantes daños por efecto de un almacenaje inapropiado. Prácticamente todos presentaban daños por ataque de hongos, manchas de humedad y de suciedad, ataque de xilófagos y roedores, arrugas, rasgados y múltiples faltantes.
Los papeles usados como soporte de estos dibujos suelen ser de pasta de madera, de elevada acidez y marcado sentido de fabricación por tratarse de papel contínuo.
Puesto que las condiciones de almacenaje no eran las idóneas, dado que se hallaban en los almacenes del museo sin ningún tipo de protec¬ción, se ha procedido a ubicar las obras, una vez restauradas, todas juntas en un tubo de cartón de calidad conservación. Este tubo es de gran diámetro para evitar deformaciones y pliegues. Se ha envuelto todo con un papel barrera para protegerlo del polvo y otros agentes a los que puede estar expuesto.
Las trepas son unos papeles encerados y calados que se utilizaban para la decoración en serie de los azulejos. Se colocaban a modo de plantilla sobre ellos para aplicar la pintura sobre las zonas recortadas. El encerado tenía como finalidad impermeabilizar el papel y facilitar su reutilización en la fabricación de los azulejos, dado que se trataba de pinturas al agua.
Se trata de una decoración con tintas planas que podía retocarse a mano alzada. Para cada uno se utiliza un número determinado de trepas, dependiendo en la mayoría de los casos de la cantidad de colores de la que constase cada azulejo y de la complejidad del motivo.
