elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Un fraile franciscano de Oliva, entre los 127 mártires beatificados ayer en Córdoba

Un fraile franciscano de Oliva, entre los 127 mártires beatificados ayer en Córdoba
  • Fue profesor en el colegio de Chipiona, hortelano, sastre, encuadernador, panadero y sacristán

El fraile franciscano José María Roig Llorca, nacido en la localidad valenciana de Oliva en 1871, figura entre los 127 mártires de la persecución religiosa de 1936 que fueron beatificados ayer en una solemne misa en la Catedral de Córdoba.

El religioso pertenecía a la Orden de los Frailes Menores y fue sacristán del convento franciscano de la localidad cordobesa de Puente Genil, donde fue martirizado en 1936.

La solemne beatificación de los 127 mártires tuvo lugar ayer en la Catedral cordobesa, presidida por monseñor Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba, con quien concelebró el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos.

Aunque nacido en Oliva, y bautizado como Domingo, nombre que cambió en su profesión religiosa por el de José María, su familia se trasladó a la localidad también valenciana de Alquería de la Condesa, donde muy joven sintió su vocación religiosa.

Solicitó su ingreso en el colegio franciscano de Chipiona (Cádiz), donde vistió el hábito el 14 de enero de 1891, en calidad de hermano lego. El 15 de enero del año siguiente hizo la profesión de votos simples y el 16 de enero de 1895 la de votos solemnes.

“En él era característica la humildad franciscana, cumpliendo con fidelidad y presteza los diversos encargos que sus superiores le dieron”, según la documentación presentada para la beatificación.

La mayor parte de la vida de fray José María Roig, como religioso se desarrolló en el colegio de Chipiona, donde fue maestro en la Escuela de Niños, hortelano, sastre, refitolero (cuidador del refectorio conventual), encuadernador, panadero y sacristán.

De Chipiona pasó a los Conventos Franciscanos de Lebrija, Vélez-Málaga, Coín y, finalmente, Puente Genil, donde también se encargó de la enseñanza de los niños, de la portería del convento y de la sacristía de la iglesia conventual.

En mayo de 1901 fue destinado a la Misión Franciscana de Tierra Santa, pero regresó al año siguiente porque no se adaptó al clima de aquella zona. En este lugar ejerció como sacristán en la Iglesia del Santo Sepulcro y de San Salvador. Posteriormente fue destinado, el 2 de marzo de 1904, a Marruecos, pero fue por poco tiempo.

“Era uno de los siete religiosos que abandonaron el Convento Franciscano de Puente Genil el 22 de julio de 1936 ante el violento cariz de las circunstancias que se estaban viviendo en el pueblo”, han señalado desde la orden franciscana

Sin embargo, fray José María Roig fue detenido cerca del barrio de Miragenil por unos milicianos que le interrogaron sobre su vida y quién era, pero él contestó resueltamente: “Yo soy fraile; y eso he sido toda mi vida”, según consta en la causa de beatificación. Los milicianos, burlándose de él, le dijeron: “Pues vete a ayudar la Misa a ese cura que está ahí” (refiriéndose a un seminarista al que acababan de matar, José Ruiz Montero, y que ha encabezado hoy la lista de los 127 mártires beatificados) y tras ello hicieron ademán de dejarle marcharse, lo que él les agradeció con un “Que Dios se lo pague”, pero apenas dio unos pasos le fusilaron por la espalda. Más tarde su cadáver fue quemado allí mismo, unido al del seminarista.

Los restos del religioso valenciano reposan hoy en el Convento de la Virgen de Regla de Chipiona (Cádiz).

Hoy, domingo, 17 de octubre, se celebrará a las 12 horas en la Catedral de Córdoba la Solemne Eucaristía de acción de gracias por las beatificaciones de mártires de Córdoba, presidida también por el Obispo de Córdoba.

Subir