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La Concejalía de Agricultura confirma que las medidas de vigilancia han logrado controlar el robo de cítricos

La Concejalía de Agricultura confirma que las medidas de vigilancia han logrado controlar el robo de cítricos
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    La Concejalía de Agricultura confirma que las medidas de vigilancia han logrado controlar el robo de cítricos - (foto 3)

    La campaña de control del robo de cítricos que puso en marcha la concejalía de Agricultura recientemente está dando sus frutos, tal y como afirmó el edil responsable del área, José M. Casaus, que si bien reconoció que “es difícil evitar por completo los robos”, sí que confirmó que “se ha conseguido que los comerciantes exijan un documento en el que se identifique el origen de la fruta, así como su destino antes de comprarla”. Cabe recordar que el Ayuntamiento decidió iniciar este control específico como consecuencia de la denuncia de algunos agricultores sobre la posible adquisición por parte de varios comercios de fruta procedente de la tradicional espigolà, cuando todavía no había finalizado la campaña 2008/2009.

    Las medidas que se adoptaron de inmediato fueron la intensificación de la vigilancia policial en las zonas de cultivo, así como la redacción de un documento base, que está a disposición de todos los interesados en la página web del consistorio, en el que el vendedor debe identificar correctamente la procedencia de las naranjas, si el que las vende es su propietario directo o un representante y cuál es su destino. José M. Casaus explicó que “sabemos que los comercios de Nules están exigiendo este documento a los vendedores”, pero también recordó que “la Policía Local realiza controles en el término municipal en los que también exige a los recolectores que entreguen este documento o identifiquen correctamente tanto la procedencia como el destino de la  fruta”.

    De este modo, en las últimas semanas se han realizado más de medio centenar de comprobaciones sobre el terreno, algunas directamente en el campo y otras en los comercios de entrega de las naranjas. En ambos casos, los agentes solicitan la documentación que acredite la legalidad de la recogida de la fruta. Desde el consistorio se confirma que en un par de ocasiones se ha detectado una recogida irregular, pero se han podido resolver devolviendo las naranjas a su propietario. José M. Casaus insistió en que es muy difícil controlar por completo los hurtos de cítricos, aunque explicó que “se ha puesto a disposición de los agricultores un medio con el que antes no contaban y que da mayor legitimidad a la compra/venta de fruta”.

    Cabe destacar que si bien los agricultores no tienen la obligación de contar con esta documentación, desde la concejalía de Agricultura se recomienda, tanto a los propietarios, como a los comercios, que se acostumbren a utilizarla y exigirla, ya que es una medida “que beneficia a todos a la larga” y “dificulta la acción de los desaprensivos que se aprovechan del trabajo de otros para sacar beneficio económico”, matizó José M. Casaus. 

    Cabe recordar que la espigolà realizada correctamente no es ilegal. Se trata de una costumbre muy extendida entre los propietarios de cítricos, que consiste en el aprovechamiento de las naranjas de menor calibre que han quedado en el árbol al finalizar la campaña y que pueden vender con otros fines (como la producción de zumo), aunque sea a menor precio. El problema en este caso es que comercios aislados del municipio anunciaron la compra de naranjas espigolaes cuando todavía faltaban más de 15 días para finalizar la campaña, y algunos propietarios tenían prácticamente toda la producción en el árbol. Este tipo de anuncios provocan que personas interesadas roben las naranjas y las vendan como espigolaes, cuando son de mayor calidad, ya que hasta ahora no se veían obligadas a identificar su origen. Precisamente esta práctica es la que pretende evitar la concejalía de Agricultura.

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