Gimeno-Traver y Artuñedo se despiden del Open de Castilla y León
Abrió la jornada del Open de Castilla y León Andrés Artuñedo, sabedor que en su cruce con el ruso Kostantin Kravchuch, se jugaba algo más que la victoria. Y aunque el castellonense acabó despidiéndose del torneo segoviano, derrotado por un doble 6/4, el lance de cuartos de final, le deja buen sabor de boca, aclara sus ideas, y le da alas para lo que resta de temporada.
El moscovita, 27 años y 220 en el listado mundial, le entregó el testigo para viajar en un nivel antesala del mejor tenis, allí donde se cuece el futuro de las jóvenes promesas. Aprovechar la plaza de invitado, que gentilmente, tal vez por méritos propios, le había otorgado la organización, ya dice mucho en su favor.
Faltarían en el enfrentamiento esos pequeños detalles propios de su bisoñez, que deberán llegar con la experiencia, y tenis provincial contará con un nuevo y flamante profesional.
Con el calor y en horario de comienzo taurino, cinco de la tarde, Daniel Gimeno-Traver se midió al francés Albano Olivetti, 258 raqueta mundial, que desde sus 2.03 de altura, tenía en su servicio su mejor arma de ataque. El nulense batalló para caer finalmente derrotado, quizás inmerecidamente, disponiendo de numerosas oportunidades, 6/4, 4/6 y 7/6 (6). Organizando el viaje al Open USA, donde se deberá medir a un jugador procedente de la fase previa.
Quien no entrará de forma directa en el cuadro neoyorquino es Roberto Bautista. El castellonense cedió ante el eslovaco Karol Beck, 6/3 y 6/1, con una dura derrota que cierra sus serias aspiraciones depositadas en jugar el último Grand Slam del actual curso.
Finalmente, Sara Sorribes ya está en las semifinales del ITF 10.000 dólares de Locri, Italia, tras superar a la rumana Andreea-Roxana Vaideanu, 6/3 7/6. Buscará la final ante la local Federica Quercia, 631 WTA.
Levantó el máximo trofeo en el cuadro de dobles, donde formaba pareja con la bielorusa Nastassia Rubel. Se impusieron a las también locales Alessia Campione y Sara Sussarello, 6/1 y 6/0.
