El secretario autonómico Rafael Ripoll afirma que el agua es “un derecho humano esencial” que “no admite soluciones locales”
En los cursos de verano de la UCV en Santander
El secretario autonómico de Relaciones con el Estado y la Unión Europea de la Generalitat Valenciana, Rafael Ripoll, ha afirmado que el agua es “un derecho humano esencial”, por lo que “no admite soluciones locales”, sino “globales”.
Ripoll ha pronunciado una conferencia titulada “La política europea del agua” en los cursos de verano organizados en Santander por la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV).
“Más allá de un país llamado España y de un continente llamado Europa, y por encima de las diferencias de criterio entre un señor llamado Aznar y otro señor llamado Zapatero, hay que considerar el problema desde un planteamiento mundial”, ha expresado Ripoll, según informan fuentes de la UCV.
En este contexto, ha recordado que la ONU estima que desde ahora y hasta el año 2050 las grandes corrientes migratorias tendrán su origen en la falta de agua, como consecuencia del cambio climático. Igualmente, ha aportado cifras “preocupantes”, como la de los 884 millones de personas que carecen de acceso al agua potable y el millón y medio de niños menores de 5 años que fallecen anualmente por esta causa.
Por otra parte, el político valenciano ha considerado que la directiva marco del agua de la Unión Europea ha resultado “totalmente ineficaz, especialmente porque ha obviado los avances tecnológicos de la última década”. Por este motivo ha reclamado una reforma profunda de esta norma que incluya “un precio justo para el agua, incentivos fiscales en el uso racional de este recurso, medidas de prevención de los riesgos de sequía, financiación para abastecimientos suplementarios y una apuesta firme por la tecnología que fomenta el ahorro”. Ripoll también ha reclamado “medidas complementarias como los trasvases, las potabilizadoras y las desaladoras”.
Asimismo, ha abogado por un pacto de estado del Agua que permita una solución solidaria y de cohesión territorial. “El agua debe unir territorios y no dividirlos, que es lo que ha pasado desde la derogación del Plan Hidrológico Nacional”, ha subrayado.
Para Ripoll, el problema no debe limitarse a una “guerra de trasvases”, sino que “debemos tender a conceptos más globales que pasen por una ampliación del actual concepto de cuenca hidrográfica”. De hecho, “la intercomunicación entre cuenca deficitaria y cuenca excedentaria no puede quedar determinada por su ámbito estrictamente comarcal o autonómico, porque entonces todo queda reducido a reinos de taifas”.
