La música da una oportunidad a niños huérfanos de Uganda

Un grupo de 27 niños y jóvenes huérfanos de Uganda han dejado el orfanato de Kampala (África) para dedicarse a la música y labrarse un futuro mejor en África. Tienen entre 7 y 20 años y han sido víctimas de abusos y abandono en Uganda, Ruanda y Mali. La ONGD Música para Salvar Vidas ha ayudado a estos niños a encontrar un futuro mejor en África a través de la música y la danza. Con este propósito nació el coro “Uganda Natumayini” que hoy ha sido recibido por el conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco.

El conseller Blasco ha destacado que “la música tiene la virtud de emplear y valerse de un lenguaje universal. Un lenguaje que no entiende de diferencias ni de discriminaciones y que posee una fuerza innata para dar oportunidades a niños y niñas privados de sus derechos más elementales y, lo que es peor, de su infancia”.

La Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía, cuyo objetivo es trabajar en pro de la integración de toda la ciudadanía, organiza cada año un proyecto integral de sensibilización y educación para el desarrollo denominado Solidària. Es en el marco del programa donde mañana sábado, a las 12:00 horas, el Coro “Uganda Natumayini” ofrecerá un Concierto Navideño en el Teatro Principal a través de la música y las danzas tribales. Una actuación dentro de su gira Diciembre-enero 2010 que les llevará por otras ciudades españolas como Daimiel, Madrid, Pamplona, Tomelloso o Barcelona.

Concretamente, esta acción en la Comunitat cuenta con la financiación de la conselleria de Solidaridad y Ciudadanía, con el patrocinio de Bancaja y la colaboración Agricultores de la Vega de Valencia.

En este sentido, Blasco ha destacado que “para la Generalitat es un orgullo constatar la existencia de acciones y proyectos de cooperación al desarrollo a través de la música, tal como es el caso del Coro Uganda Natumayini”.

La ONGD Música para salvar Vidas lleva a cabo un proyecto a largo plazo con unos objetivos muy concretos y tiene como reto principal es el de rescatar la dignidad humana de los más jóvenes, y mostrar como la fuerza de la música puede darles una oportunidad tras ser privados de sus derechos más elementales, retornándoles la esperanza y potenciando valores como el respeto y la tolerancia entre distintas culturas.

En sus inicios en 2005, eran un grupo de niños que jamás habían actuado en público. Ahora, se han convertido en un conjunto de gran calidad, han madurado y se han convertido en el coro con el que disfrutaremos muy pronto en Valencia. Viven en una casa que la entidad tiene alquilada en Kampala colaborando en la misma y recibiendo tanto formación académica como musical.

Tal y como ha señalado Blasco “tiene como objetivo sensibilizar a los más jóvenes de la Comunitat y educarlos en el respeto de los derechos humanos”.