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Castellano: “La nueva Ley de Sucesiones resume el orgullo valenciano de poder desarrollar un Derecho foral civil propio”

Castellano: “La nueva Ley de Sucesiones resume el orgullo valenciano de poder desarrollar un Derecho foral civil propio”
  • Es la segunda Ley de desarrollo foral post estatuaria, tras la Ley de Régimen Económico Matrimonial

  • El nuevo sistema de legítimas parte de la distinción entre patrimonio empresarial y no empresarial

El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, ha afirmado durante la conferencia celebrada en Forobert que la Ley de Sucesiones supone un proyecto legislativo “que es la máxima expresión de la autonomía valenciana, una Ley de Derecho foral que responde a nuestro autogobierno y que resume el orgullo valenciano de poder desarrollar un Derecho propio en ejercicio de una competencia que durante tantos años nos había sido negada”.

En este sentido, Castellano ha explicado que La Ley de Sucesiones es la segunda Ley de desarrollo foral post estatuaria, tras la Ley de Régimen Económico Matrimonial, se trata de “una Ley que complementa el Derecho de familia y nace para regular una materia tan importante para la sociedad en general como es el Derecho de Sucesiones”.

De esta forma, el conseller de Gobernación ha destacado que esta Ley representa la consolidación de nuestro autogobierno, la reivindicación de nuestra historia y la actualización de un sistema legislativo que, en su época, ya era el más acorde para una sociedad diferente a las demás, una sociedad que hoy sigue siendo distinta, con un tejido empresarial basado fundamentalmente en la pequeña y mediana empresa, y con una realidad agrícola para cuyos problemas no se encuentra respuesta en la legislación de nuestro Código Civil.

Por otra parte, Serafín Castellano ha señalado que con la reforma de la Ley de Sucesiones se pretendía dar un enfoque “distinto e innovador, de carácter intermedio, más liberal que el de legítimas estricto, pero proteccionista al propio tiempo, inspirado en la libertad de testar, pero sin renunciar de manera drástica al sistema legitimario, pues de haber optado por esta última solución, el cambio hubiera resultado traumático para la sociedad”.

“Partiendo de esta premisa, - ha continuado Castellano - el objetivo que ha presidido la elaboración de la Ley ha sido crear un sistema que no rompiera definitivamente con las legítimas, pero que las suavizara de manera sensible, flexibilizando el régimen de las causas de desheredación con el fin de ampliar sus posibilidades de aplicación, y que concediera al propio tiempo un margen de libertad al testador o causante empresario que permitiera garantizar la continuidad de las pequeñas y medias empresas”.

Asimismo, “se trataba de facilitar instrumentos para ordenar de manera racional la sucesión y no de limitar o restringir posibilidades, es decir, de crear un marco jurídico más abierto que el del Derecho Común y que dé más opciones o soluciones jurídicas al causante, suprimiendo el principio de desconfianza generalizada hacia el testador que contempla el Código Civil y que ha fundamentado ciertas prohibiciones de testar que ya no se contienen en la Ley de Sucesiones Valenciana”, ha indicado Castellano.

Los pactos sucesorios, la aceptación de modalidades testamentarias demandadas por nuestra sociedad y no aceptadas por el Código Civil, la alteración del orden de llamamientos en la sucesión intestada para incluir al cónyuge o conviviente estable antes que a los progenitores y ascendientes, el llamamiento legitimario a padres pero no a ascendientes son algunos ejemplos de las modificaciones introducidas en la regulación del Derecho de sucesiones.

“Pero lo más significativo y llamativo de la norma, quizá sea, sin duda, el nuevo sistema de legítimas, que parte, en primer lugar, de la distinción entre patrimonio empresarial y patrimonio no empresarial, diferenciando a su vez, en éste, entre aquellas empresas cuyo titular es una persona física, y aquellas otras en que el titular es una sociedad de capital”, ha resaltado el conseller de Gobernación.

Finalmente, Serafín Castellano ha señalado que, ante todo, se ha tenido en cuenta el interés de la sociedad, pues cualquier Ley, por principio, está destinada a los ciudadanos y ciudadanas y por ello, debe existir una conexión con el pulso social.

En este sentido, el conseller de Gobernación ha expresado su deseo de que este proyecto cuente con el apoyo de todos los grupos parlamentarios. “Me gustaría que juntos, fuéramos capaces de impulsar, con diálogo y con el máximo nivel de acuerdo posible, el desarrollo del Derecho foral, una de nuestras más valiosas señas de identidad que nos distingue como pueblo y nos reafirma como nacionalidad histórica”.

“Por ello, es mi intención que la tramitación de esta Ley, que ya se ha iniciado, se realice desde el diálogo, escuchando a todos y contando con todos, y que se apruebe con el mayor consenso posible, para que sea una Ley de todos y para todos”, ha concluido Serafín Castellano.

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