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Compromís se muestra indignado ante el acuerdo del Ministerio de Hacienda con el gobierno vasco

Compromís se muestra indignado ante el acuerdo del Ministerio de Hacienda con el gobierno vasco

    Clara Ferrando, Secretaria Autonómica de Hacienda y miembro de la Comisión de Coordinación Institucional de Compromís, ha exigido al gobierno de España que trate a los valencianos igual que a los vascos.

    El acuerdo financiero y político al que han llegado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro y el consejero de Hacienda y Economía vasco, Pedro Azpiazu, supone para Compromís un agravio comparativo entre territorios y una nueva discriminación por parte del Estado hacia los valencianos y las valencianas.

    Clara Ferrando aseguró que «mientras que la Comunidad Valenciana está siendo víctima durante años de un sistema de financiación injusto que nos ha llevado a convertirnos en la Comunidad con más deuda per cápita de todo el Estado, y mientras el gobierno central sitúa nuestro territorio a la cola en inversiones, el ministro Montoro compra con nuestro dinero los votos de los nacionalistas vascos necesarios para sacar adelante unos presupuestos que vuelven a humillar a los valencianos»

    El acuerdo entre Euskadi y el gobierno de Rajoy hará que el País Vasco obtenga una mejora multimillonaria al recuperar 1.400 millones de los casi 1.600 millones de euros que reclamaban los vascos por el litigio sobre el cupo entre los años 2007 y 2017, una demanda que el PNV exigía para apoyar con sus votos en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado.

    Para Ferrando "Los valencianos y las valencianas venimos reclamando desde hace años el reconocimiento de la deuda histórica sin respuesta del gobierno central. Se trata de una deuda generada fruto de una infrafinanciación que incluso el Airef encuentra injustificada y que ya alcanza los 16.000 millones de euros. El acuerdo de Montoro con los nacionalistas vascos es una demostración más de que en España hay ciudadanos de primera y de segunda para el PP, que pone por delante los intereses de partido en el equilibrio territorial, al bienestar de las personas o la justicia fiscal "

    El acuerdo entre Montoro y Azpiazu podría implicar una revisión a la baja en las previsiones de ingresos del Gobierno central en los presupuestos de 2017 para que el proyecto presentado por Rajoy estimaba unos ingresos del Cup Vasco de 1.200 millones que finalmente serán poco más de 800 si se descuentan los 344 millones para la gestión de las políticas de empleo y los 100 millones de las obras del tren de alta velocidad que el gobierno vasco ya ha gastado y descontará al cupo.

    «La valenciana es la Comunidad Autónoma peor parada en los presupuestos generales del Estado para 2017. Somos el 11% de la población española, pero sólo recibiremos el 6'9% de las inversiones. Un valenciano recibirá 119 € cuando un castellanoleonés recibirá 405 o un gallego 341. Somos la última Comunidad en inversión per cápita de toda España y recibiremos 66 € por debajo de la media. No entro a valorar si la concesión hecha por el Gobierno central en Euskadi es justa o no, pero me gustaría saber si ese dinero que Montoro les concede saldrán nuevamente de los bolsillos de los valencianos y las valencianas »

    Revisar el sistema foral

    Clara Ferrando defiende que se abra el debate sobre el sistema del cupo vasco. «La diferencia de trato fiscal entre las comunidades forales vasca y navarra y las comunidades de régimen común rompe el principio de solidaridad interterritorial. Existe un consenso elevado entre los expertos académicos e independientes sobre la necesidad de revisar la situación privilegiada de Euskadi y Navarra. Son dos territorios que cuentan con unos recursos por habitante que duplican los nuestros. Más dinero implica mejores servicios y mejores infraestructuras, y los valencianos tenemos derecho a los mismos servicios y las mismas infraestructuras de calidad que los vascos. La Constitución Española habla de solidaridad entre territorios, de igualdad y de coordinación con la Hacienda Estatal, pero algunos que defienden mucho la Constitución parece que no la han leído»

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