El 'interactivo' dedicado al Morelladon beltrani de la exposición 'Els nostres dinosaures' revive en 3D al dinosaurio hallado en Morella

El Morelladon beltrani cuenta en la nueva exposición 'Els nostres dinosaures' del Museu de les Ciències con un espacio especial donde se proyecta un vídeo mapping de carácter científico y divulgativo sobre las características de este dinosaurio y del lugar del hallazgo, en Morella (Castellón).

La instalación nace de la colaboración entre los diseñadores, los técnicos del departamento de Exposiciones del Museu y el paleontólogo José Miguel Gasulla, del Museu Temps de Dinosaures de Morella, que redactaron el guión e idearon este proyecto para dinamizar con un contenido interactivo los restos del Morelladon beltrani expuestos en este espacio y 'dotar de vida' a esta impresionante criatura herbívora, que vivió hace 130 millones de años.

La ilustración del Morelladon beltrani es obra del paleoilustrador Óscar Sanisidro, que ha recreado al dinosaurio de acuerdo con las indicaciones de los paleontólogos y las semejanzas que éstos encuentran con otros dinosaurios de otras especies similares. Gracias a este interactivo, los visitantes pueden comprobar cómo este animal poseía una especie de joroba o vela debido a un alargamiento de la espina de las vértebras dorsales. Su función no está clara pero podría servir como almacenamiento de nutrientes, bien como reclamo sexual o como medio de termorregulación.

Los restos se encontraron en 2013 en una cantera de arcilla dedicada a la realización de azulejos. Para el mapping se han utilizado imágenes reales de la cantera donde se hallaron. En el interactivo, los visitantes pueden observar diferentes escenas que recrean cómo vivía este dinosaurio, una nueva especie emparentada con el popular Iguanodon, uno de los primeros dinosaurios que se descubrieron en el siglo XIX y también existente en nuestro territorio.

El contenido audiovisual se mezcla con los fósiles de manera que el público puede comprobar a qué parte de su esqueleto corresponden. Estos restos no suponen más de una cuarta parte de los huesos que tendría el animal, pero han permitido identificar claramente los rasgos diferenciados respecto a otros dinosaurios, lo que permite definirlo como una especie desconocida hasta ahora. Los restos localizados corresponden a un único individuo de 6 metros de longitud y 2,5 metros de ancho.