La Conselleria de Medio Ambiente implantarán un nuevo sistema de reciclaje a pesar del rechazo del sector

Recompensar al consumidor que devuelva las latas y briks a ciertos puntos de recogida. Es el nuevo sistema de reciclaje que aplicará la Comunidad Valenciana a partir del 2018 y que introduce un gravamen de diez céntimos sobre las bebidas enlatadas. Este nuevo sistema de retorno, conocido como SDDR, es el que ha llevado a un enfrentamiento directo entre la Conselleria de Medio Ambiente y las organizaciones medioambientales.

Precisamente hace unos días se reunía la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, con miembros del sector del reciclaje para darles a conocer este nuevo plan. Una iniciativa que fue rechazada por gran parte de las organizaciones aunque Cebrián mantiene su posición y les invita a reflexionar: "Es preciso modernizar una parte de la gestión que ha funcionado bien hasta ahora, pero también hay que salir de la zona de confort, porque se nos plantean nuevos retos y nosotros hemos decidido asumirlos", señala la consellera.

Por su parte, el consejero delegado de Ecoembes presentó a la Conselleria el plan de actuaciones para la Comunidad Valenciana que ya compartió en septiembre de 2015 cuando llegaron al gobierno. Un plan “que perseguía un objetivo claro de incremento del reciclado y que supondría unos ingresos de 17 millones de euros adicionales para los municipios”. Argumentos que no convencen al Consell, quien no ha puesto en marcha el plan desde que tuvo lugar el cambio de gobierno “por motivos que Ecoembes desconoce”, aseguran desde la organización.

La organización defiende la “eficacia” de este sistema de reciclaje y pone como ejemplo los datos del pasado año: “En la Comunidad Valenciana se reciclaron 150.397 toneladas de envases domésticos, cifras que en la mayor parte provienen de Vaersa, su empresa pública”.

Más allá del rechazo de este sistema, desde Ecoembes afean a la Conselleria la implantación del sistema del retorno de envases ante la falta de beneficios ambientales: “No han facilitado ningún dato de ningún país, ni ningún estudio realizado por la Conselleria sobre la viabilidad del mismo”. Además, defienden que no son los únicos contrarios a este sistema tal y como se hizo constar en la reunión en la que también participaron otros sectores.

Durante el encuentro se hizo patente esta falta de acuerdo aunque desde Ecoembes aseguran que su objetivo es transparente y que “en ningún caso se está haciendo chantaje al Govern Valenciano ni está trabajando por la vía del ruido para descalificar a nadie”, aseguran en un comunicado.

Falta de beneficios ambientales

La organización ambiental sin ánimo de lucro rechaza cualquier tipo de colaboración con la Conselleria para implantar este sistema de retorno de envases argumentando los perjuicios ambientales “por el incremento en las emisiones de CO2 que supone su logística” así como para el comercio: “Perjudica al pequeño comercio y a los ciudadanos valencianos y supone un incremento en la cesta de la compra”.

Además, denuncian el interés económico que hay detrás: “Se trata de un modelo creado por los propios fabricantes de las máquinas de retorno que son necesarias para articular este sistema, lo que deja en evidencia el objetivo comercial de esta iniciativa”.

Ante esta situación, el consejero delegado de Ecoembes ha pedido que se realice una comisión técnica de seguimiento en dos semanas para aclarar los datos que maneja la Conselleria y llegar así a un acuerdo. Asimismo, Ecoembes se ofrece para elaborar un estudio riguroso e independiente sobre este sistema de retorno de envases que va a implantar el Consell, “propuesta sobre la que la Conselleria no ha mostrado ningún interés hasta el momento”, denuncia Óscar Martín.