LA UNIÓ denuncia que las dificultades de producir miel de azahar y la sequía en otras zonas provocan una campaña desastrosa para los apicultores valencianos
Los precios son muy bajos para los productores porque los comerciantes poseen miel importada de otras campañas
Los apicultores valencianos están teniendo importantes pérdidas ante las bajas de colmenas o la negativa evolución de las floraciones que conlleva la sequía en algunas zonas del centro-norte de la península, junto a la aplicación del decreto de polinización cruzada que les expulsa de la práctica totalidad de las zonas citrícolas y les impide producir miel de azahar.
Los precios que se pagan a los apicultores de la Comunitat Valenciana son muy bajos en esta campaña, concretamente no superan la cantidad de 2,30 euros por kilogramo en la variedad milflores a granel. La acumulación de miel de importación de otras campañas es el argumento empleado por los comerciantes para ofertar precios a la baja a los apicultores valencianos.
Carlos Muñoz Wilde, responsable del sector apícola de LA UNIÓ, afirma que “la floración de azahar tiene una gran rentabilidad y es importante para la multiplicación del colmenar de cara a afrontar el resto de campaña. En estas fechas, los apicultores se trasladan a otras comunidades en busca de otro tipo de floraciones con grandes dificultades de asentamiento, muy pobladas y afectadas además este año por la sequía. Ante estas circunstancias la situación de esta campaña es muy preocupante para los apicultores valencianos por la pérdida continuada de ingresos”.
LA UNIÓ afirma que a la desastrosa campaña por la sequía y el decreto de la pinyolà, se une la falta de respuesta de la Conselleria de Agricultura a las necesidades de este sector estratégico, al incumplir el II Pacto Valenciano para el Crecimiento y el Empleo (PAVACE), donde se recoge de forma explícita que se deben establecer ayudas para el fomento de la apicultura, dada la importancia que esta actividad tiene para la biodiversidad
