Les Corts aprueban a propuesta de Podemos que Educación elabore un protocolo para minimizar el absentismo escolar
La Comisión de Educación y Cultura de Les Corts Valencianes ha aprobado por unanimidad una propuesta del grupo parlamentario Podemos-Podem, instando al Consell a que elabore un protocolo de actuación para minimizar el absentismo escolar.
Según recoge la iniciativa aprobada, a la que se han incorporado sendas enmiendas de Ciudadanos y Compromís, este protocolo debería incluir criterios de intervención, actuaciones específicas, medidas preventivas, y concretar un marco de colaboración con otras administraciones como los servicios sociales municipales.
La diputada de Podemos, Sandra Mínguez, que ha sido durante tres años coordinadora de un programa experimental contra el abandono escolar, ha señalado que “hasta ahora, nadie ha preguntado a los profesores por qué existe el abandono escolar, ni al estudiante por qué abandona la escuela ni a la familia, que se siente desbordada, qué ayuda habría necesitado”.
Mínguez ha lamentado que los centros no cuentan con criterios que les permitan determinar qué es el absentismo y no disponen de estrategias vehiculadas y preparadas para usarse como herramientas de intervención psicopedagógicas, al tiempo que ha cifrado en un 79,8 por ciento los centros que no cuentan con un protocolo ni con un marco de actuación preestablecido que determine cuándo se produce.
Asimismo, ha señalado que el abandono escolar es la última de una serie de etapas educativas y dinámicas de desenganche y ha añadido que este alumnado termina apartándose de los procesos de aprendizaje en los que sí participan el resto de personas de su edad, cayendo en una situación de vulnerabilidad laboral y social.
La iniciativa reclama la introducción de herramientas que posibiliten trabajar cooperativamente, especialmente mediante la red, entre profesorado y personal de los servicios sociales, así como potenciar los contactos entre los centros educativos y las corporaciones deportivas, culturales y sociales con la finalidad de iniciar oportunidades de colaboración en la formación del alumnado.
Paralelamente, plantea el desarrollo de los denominados “contratos de formación básica” en aquellos casos de absentismo escolar graves, es decir, compromisos formales establecidos entre los centros, el alumnado y sus familias para garantizar la efectividad de las actuaciones proactivas realizadas.
Según Podemos, una cuestión como el absentismo exige un acuerdo entre las diferentes administraciones y áreas implicadas en garantizar el derecho a la educación ante el principio de la corresponsabilidad. De hecho, uno de los elementos que determina si un centro desarrolla prácticas proactivas es la adopción de medidas preventivas y la posterior colaboración con otras administraciones.
Igualmente, en la iniciativa se detalla que en la mayor parte de los centros escolares, el absentismo queda circunscrito a la ausencia física e injustificada del alumnado y es considerado un fenómeno sincrónico que, a partir de una cierta frecuencia, se convierte en reiterado o consecutivo.
El absentismo se mide en dos variables, la intensidad y la frecuencia, lo que propicia que existan diferentes modalidades: el absentismo crónico, definido por su carácter prolongado en el tiempo; el recurrente, que implica una regularidad en el tiempo y está caracterizado por su frecuencia y finalmente, el esporádico, que se da en los casos en los que se registran ausencias puntuales y aisladas.
