Camps: “Para retornar a un clima de confianza es esencial que el Gobierno incluya previsiones macroeconómicas creíbles”

“Ello contribuirá -ha afirmado el vicepresidente económico- a una mayor previsibilidad, planificación, coordinación y coherencia en las decisiones de política económica que se adopten”.        

Gerardo Camps ha realizado estas declaraciones durante su participación en la inauguración de la Jornada  organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y convocada bajo el lema “Momento Económico Empresarial: El Principio del Fin”.

Ante esta cuestión, ¿el principio del fin?, el conseller ha respondido que “si observamos la política económica del gobierno para luchar contra la crisis podemos concluir que la respuesta es, de momento, no, y así lo confirman las últimas previsiones de la OCDE, que auguran más paro y caída de la economía”.

En este sentido, Camps ha destacado que “el Gobierno tardó demasiado tiempo en reconocer la crisis, y además realizó un diagnóstico incorrecto, elaborando medidas improvisadas, incoherentes y efectistas, más que efectivas, que no atacan de raíz las verdaderas causas de esta crisis”.

“Para este gobierno lo más social es pagar a los parados una prestación por desempleo, cuando en realidad lo más social, efectivo y de sentido común, es ayudar a que esos parados encuentren un empleo”, ha afirmado el conseller.

 “Si el Gobierno de España no decide atajar el problema del paro desde la raíz, acabará convirtiéndose en un problema estructural que lastrará nuestra salida de la crisis, con unos niveles de déficit y deuda descontrolados”, ha manifestado Gerardo Camps.

Origen y evolución de la crisis
Durante su intervención, el vicepresidente económico y realizado un repaso por los orígenes de la actual crisis económica que atraviesan los mercados, y que deriva de una crisis financiera de carácter internacional.

“En el caso de España -ha afirmado Camps- los efectos de esta crisis se están trasladando al mercado de trabajo de manera mucho más virulenta que en el resto de países desarrollados y además ha supuesto la quiebra del modelo productivo que ha demostrado ser vulnerable a factores externos”.

En este sentido, el conseller ha señalado que la solución a esta situación debe contemplarse desde un punto de vista global, coordinando las políticas económicas a escala internacional y a la vez aplicando una serie de medidas específicas en el ámbito estatal. 

“Es crucial encontrar una política económica nacional que busque cumplir los acuerdos económicos y financiero suscritos en el ámbito internacional y que integre auténticas medidas de impulso para la recuperación económica, intensificadas con otras que resuelvan los problemas estructurales propios de nuestra economía”, ha manifestado el vicepresidente.

Claves de la recuperación
Tras realizar un repaso por las consecuencias negativas que está teniendo la actual coyuntura económica, el conseller ha pasado a comentar algunos de los aspectos más importantes que pueden ayudar a dinamizar la economía y crear empleo, destacando entre éstos las políticas de demanda y las políticas de oferta.

Así, entre las política de demanda el vicepresidente ha destacado el importante papel que desempeña la política fiscal, “que debe ser de corte expansivo y tener como objetivo prioritario tanto la creación de empleo como la de ejercer un papel de liderazgo temporal como nuevo motor de crecimiento”.

Para ello, es necesario que se contemple tanto la rebaja de impuestos (especialmente aquellos relacionados con la actividad productiva) como la reducción del gasto público.

Por otra parte, las políticas de oferta (o de largo plazo) deben ir dirigidas a procurar un crecimiento equilibrado, estable y duradero en el tiempo, fundamentalmente a través de crecimientos en la productividad.

“Para lograr este objetivo -ha señalado Camps- tenemos que apostar por una economía menos dependiente, menos vulnerable y menos sensible a los cambios de ciclo económico. Debemos elaborar una política económica basada en la mejora de la productividad y competitividad para lograr un sólido crecimiento de la producción en el largo plazo”.

Para finalizar, el conseller ha hecho hincapié en tres aspectos considerados básicos para mejorar la productividad y competitividad de la economía: acometer reformas laborales que minimicen la rigidez del mercado de trabajo; potenciar una economía con menor dependencia energética para poder reducir las necesidades de financiación externa, e intensificar los recursos orientados al progreso técnico y capital humano para incrementar el valor añadido de los productos.