LA UNIÓ denuncia que la crisis de precios en el aceite se debe a la posición dominante de la distribución
El precio le ha bajado al productor un 35 por ciento en el transcurso del último año
LA UNIÓ quiere que se investigue un posible abuso de posición dominante en el mercado o bien posibles estrategias de venta a pérdidas al ofrecer el aceite como producto reclamo. Por este motivo, solicitará la intervención inmediata de las autoridades de defensa de la competencia, de fraudes alimentarios y de protección de los consumidores, tanto estatales como autonómicas. En este sentido, LA UNIÓ hará analizar diferentes aceites de oliva virgen y virgen extra de marca blanca que existen en los centros comerciales de la Comunitat Valenciana para conocer si la gran distribución está cometiendo un fraude al consumidor. El precio percibido por el productor ha bajado un 35% desde el mes de abril de 2008 y en la actualidad se sitúa entre el 1,94 euros/kg del aceite virgen extra y el 1,74 euros/kg del aceite de oliva virgen.
En el estudio Nielsen de 2008 se refleja a nivel estatal la posición dominante del sector distribuidor cuando demuestra que un 55% del aceite de oliva vendido en el año 2007 se ha vendido a través de la gran distribución. Respecto a una posible práctica de venta a pérdidas, hace falta recordar que las oferta de aceite de oliva virgen extra a 1,99 €/l son irreales puesto que los costes de producción se sitúan alrededor de los 3 €/kg aceite.
LA UNIÓ considera que la entrada en vigor del Reglamento 182/2009, en el pasado mas de marzo, y su aplicación a partir del 1 de julio de este año -que permite comercializar en toda la UE mezclas de aceite de oliva con aceite de semilla- favorece todavía más esta posición dominante de la gran distribución y le ha facilitado modificar sus parámetros de compra. Actualmente, ya no les hace falta aprovisionarse de aceite de oliva para todo el año, puesto que siempre lo podrán mezclar con el de semilla y sacarlo al mercado.
Por otra parte, el almacenamiento privado es un mecanismo insuficiente por cuanto el origen del problema no es el exceso de la oferta. Esta medida puede beneficiar a Andalucía, pero sirve de poco en la Comunitat Valenciana, puesto que no hará recuperar el precio de del aceite a los productores y el fin del periodo de almacenamiento coincidirá con el inicio de la próxima campaña de comercialización.
LA UNIÓ reclama entres otras medidas:
- Una campaña de promoción directa al consumidor sobre la calidad de los aceites de valencianos: más sostenibles y de más calidad que los de marca blanca; así como una campaña de promoción directa en la restauración.
- Modificación de las normas de comercialización para permitir que los Estados miembros de la UE puedan prohibir la comercialización de las mezclas de aceite de oliva con aceite de semilla.
- Incremento de las inspecciones y controles del etiquetado, pues parece que no todo el que se etiqueta como aceite de oliva virgen extra lo es. Hace falta evitar los fraudes al consumidor.
- Que se investigue si el oligopolio de la gran distribución ha infringido el artículo 2 de la ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la competencia, por abuso de posición dominante; o bien el artículo 14 de la ley 7/1996, de 15 de enero 1996, de Ordenación del comercio minorista, en relación a las ventas a pérdidas.
