Las expectativas de crecimiento para el sector de la construcción para este año oscilan entre un 1% y un 1,8%
Las expectativas de crecimiento para el sector de la construcción para este año oscilan entre un 1% en el supuesto más moderado y un 1,8% en el más optimista, ha explicado el director general de Evaluación Ambiental y Territorial, Juan Giner, en el "Encuentro Anual sobre el Sector: urbanismo y crecimiento. Políticas para afrontar los retos de la sociedad" organizada por Ingeniería Civil, Desarrollo y Sociedad-ICDS.
Para el próximo año, ha avanzado, "las previsiones son más optimistas, con un crecimiento superior al 3%; es decir, ocho décimas por encima del crecimiento medio esperado. En el 2.017 casi todos los expertos pronostican crecimientos del sector por encima del 6%, que lo vuelven a situar como uno de sectores más dinámicos, aunque sin alcanzar las cotas anteriores a la crisis".
En cuanto a subsectores " la edificación y especialmente la residencial presenta las mejores expectativas, con crecimientos que el próximo año pueden estar entre el 6 y el 8%, mientras que en la obra pública existen en el mercado interno más limitaciones, aunque una parte de estas se han superado en el mercado exterior en el que las grandes empresas tienen hoy día hasta el 80% de sus carteras", ha explicado.
En el mercado inmobiliario se prevé un aumento moderado de la demanda en los próximos años, tanto por la mejora de las expectativas económicas como por la ausencia de alternativas de inversión para el ahorro y la existencia de unas bajísimas tasas de interés que propician un mayor acceso a la financiación y un aumento de los créditos hipotecarios, que puede llegar al 12% en los próximos años.
Para el directo general, "no se puede obviar la existencia del stock de viviendas desocupadas y de suelo por construir que influyen decisivamente sobre los precios; por ello, aunque ya se detectan algunos aumentos en zonas muy concretas de las grandes ciudades, todavía se esperan ligeras caídas generalizadas entre el 2 y el 5%, aunque los más optimistas prevén tocar fondo en un par de años".
Un factor muy importante en la Comunitat Valenciana, ha continuado, es la demanda externa de vivienda turístico-residencial que a pesar de ser muy competitiva se ha visto afectada por la crisis y por la bajada de precios en el petroleo y otras materias primas en algunas de las nuevas demandas.
Respecto a la creación neta de empresas y empleo, ya este mismo año se prevé -por primera vez- un ligero aumento de las mismas y unos 350.000 nuevos trabajadores en el sector, aunque la inmensa mayoría son a tiempo parcial y de carácter temporal.
Actividad urbanística
En cuanto al campo específico del Urbanismo, Juan Giner ha recordado que la legislatura se desarrolla en un contexto económico y social excepcional, inmersa en una de las peores crisis conocidas y que todo el mundo identificaba como la crisis "del ladrillo".
Según el director general, "desgraciadamente, va a ser difícil que se deje de identificar al urbanismo con la urbanización -obra urbanizadora- y a esta última con la edificación. La actividad urbanística es previa a estas últimas y comienza con la planificación, sigue con la gestión y proyección y termina cuando empieza la ejecución material, que no deja de ser una forma de obra pública. No haber tenido en cuenta esa consideración cuando se evalúa la actividad urbanística de estos años, ha producido bastantes distorsiones y malos entendidos que se han transformado en tópicos y lugares comunes muy extendidos".
En este sentido se ha referido al erróneo "exceso de urbanización" que ve al territorio de nuestra Comunitat como una inmensa mancha de casas, cemento y carreteras. "Sin embargo, ha explicado Giner, si nos comparamos con otros territorios de nuestro entorno, nuestra ocupación por la urbanización es un 25% inferior a la de territorios de análogas características. Incluso si nos comparamos con el conjunto de España, nuestra Comunitat tiene un ratio de superficie urbanizada por habitante -con 234 m2/h- sólo ligeramente superior a la media española -con 229 m2/h- y eso que la duplica en densidad de población".
Además, "siguiendo con las desmitificaciones también hay que decir que tampoco el planeamiento urbanístico vigente se puede calificar globalmente como "expansivo". El incremento de la superficie clasificada -suelo urbano más suelo urbanizable- entre el remoto año 1.992 y el año 2.013, no llega al 13%."
79 m2 de suelo público por cada vivienda
Por cada vivienda existente en la Comunitat hay 32 m2 de suelo destinado a dotaciones y casi 47 m2 más de viales, calles, etc. En resumen a cada vivienda le corresponden 79 m2 de suelo público, casi tanto como la propia superficie de la vivienda. "Una correcta urbanización repercute directamente en la calidad de vida de la población, así como en eficiencia económica y la cohesión social", ha afirmado.
En opinión del director general, "tan valiosos son esos espacios acondicionados que el valor atribuido a los mismos -por ejemplo a través del Catastro- es casi 50 veces superior al de los suelos rústicos a pesar de ser más de 13 veces menor. El 90% de nuestra riqueza patrimonial corresponde a vivienda, edificaciones y todo tipo de infraestructuras".
En la Comunitat Valenciana por cada habitante hay 120 m2 de suelo dedicado estrictamente a la edificación -fundamentalmente vivienda- ; 73,4 m2 dedicados a infraestructuras viarias y ferroviarias, de las cuales 29,6 m2 corresponden a viario urbano, calles, plazas, zonas peatonales, etc.
A cada habitante le corresponden 20,6 m2 de suelo destinado a dotaciones de tipo sanitario, asistencial, educativo, etc. lo que significa que por cada 6m2 edificados hay 1m2 destinado a usos dotacionales. Cada habitante dispone de una media de 4,19 m2 de suelo deportivo -sin contar campos de golf- y 3,56 m2 de parques y jardines; es decir casi 8 m2 de suelo público por persona para ocio y esparcimiento, todo ello sin contar los suelos no urbanizables protegidos -también por el planeamiento- por sus valores naturales o culturales.
