Insultos de padres y amenazas en Urgencias son las agresiones más habituales a profesores y médicos
CSIF considera “muy positivo” que la Fiscalía califique de atentado estas situaciones y pide que se extienda a todos los empleados públicos
“Los alumnos apenas protagonizan episodios de este tipo. En cambio, resultan habituales comportamientos de este tipo por parte de los padres, que te acusan de tener manía a su hijo o de perseguirle académicamente y, después de esa afirmación, te insultan o te intentan agredir”, señalan miembros del sector de Enseñanza de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que aluden, sobre todo, a sucesos de esta clase en Primaria y ESO.
En Sanidad, las agresiones físicas son menos frecuentes en los hospitales, debido la presencia de guardias de seguridad, pero sí que proliferan los insultos. “Sobre todo, se producen durante esperas en Urgencias y los casos más usuales provienen de personas bajo los efectos de la droga o el alcohol”, apuntan desde la sección de Sanidad de CSIF.
En los centros de salud, donde no existe esa vigilancia contratada, los profesionales llegan a sufrir improperios de algún paciente que pretende imponer al facultativo las recetas y los procedimientos a aplicar. “Detectamos casos de personas que quieren obligarte a que les prescribas una resonancia o unos medicamentos determinados y, cuando te niegas, te amenazan”, explican desde CSIF.
Por este motivo, la central sindical considera “muy positivo y conforme a la petición que realizamos meses atrás” que la Fiscalía General del Estado tipifique como delito de atentado las agresiones a funcionarios públicos en los ámbitos sanitario y educativo.
“La Consulta 2/2008 del Fiscal General del Estado, remitida a todas las fiscalías provincias y regionales, viene a atender la petición de más protección a los profesionales e imposición de mayores sanciones que reclama CSIF. Así aplica a estos colectivos la tutela penal que otorga el delito de atentado”.
Hasta ahora las agresiones sólo se calificaban como delito cuando producían lesiones de gravedad a las víctimas. A partir de ahora, ya no hará falta llegar a ese extremo, bastará con el ataque personal aunque no se sustancie la agresión. Afecta a los mayores de edad. Por tanto, en lo que respecta a enseñanza recaerá directamente en los padres.
Una vez otorgada esta tipificación en los ámbitos docente y sanitario, CSIF reclama que “se haga extensiva a todas las agresiones a empleados públicos, independientemente del sector en el que desarrollen su trabajo”.
