El PSPV rechaza el modelo de distrito único porque provocará “desagregación de barrios y segregación del alumnado por su situación social”

El vicesecretario de Educación, Formación, Empleo e Integración social, Miguel Soler, ha mostrado hoy el rechazo de los socialistas a la normativa de distrito único aprobada por la conselleria de Educación. Según ha explicado este modelo “lejos de favorecer la libertad de elección de las familias lo que va a provocar es una desagregación de los barrios y una segregación del alumnado en función de su situación social de origen”. En su opinión, “lo que se va a conseguir con esta normativa es que los centros con más demanda que oferta elijan a las familias que se van a escolarizar en ellos” y, por tanto, “no es cierto que aporte mayor libertad de elección para las familias”.

Por tanto, “se van a crear centros gueto ya que, por una parte, habrá centros élite que seleccionen a los sectores de población con mejores situaciones de origen y otros centros gueto donde se concentrará el sector de alumnado con más dificultades”. Por ello, desde el PSPV-PSOE rechazan esta normativa que va a generar un “desarraigo social”, ya que, “en lugar de que los alumnos se escolaricen en el centro más próximo a su casa, tendrán que desplazarse por toda la ciudad”.

Ante esto, los socialistas plantean, según ha explicado Soler, que “se respeten los principios de proximidad al centro, también si se tienen hermanos y se consiga una oferta real de centros públicos en todos los barrios”. Para el responsable socialista, “esto permitiría de verdad que toda la población pudiera elegir el colegio más adecuado para sus hijos”. En su opinión, “no se trata de que las familias compitan por intentar buscar los mejores centros de la ciudad, sino que tengan a su disposición en todos los barrios centros de calidad para responder a las necesidades de la población”.

Por último, Soler ha lamentado que el Consell del PP “en lugar de establecer las medidas oportunas para que todos los centros puedan atender al alumnado en condiciones de igualdad, en lugar de favorecer una escolarización equilibrada del alumnado con especiales dificultades de aprendizaje entre todos los centros, las políticas que está adoptando van justo en la dirección contraria a lo que necesitamos para ofrecer una educación de calidad en todos los centros que pagamos entre todos, los públicos y los concertados”.