El Consell mejora la regulación de los centros que imparten el título de Buceador Profesional Básico
El Pleno del Consell ha aprobado el decreto que regula la autorización de centros que imparten la formación necesaria para obtener el título de Buceador Profesional Básico en la Comunitat Valenciana con el objetivo de mejorar la normativa en este ámbito.
Esta nueva norma viene a sustituir a la anterior de 2010 y supone un avance en la gestión de los procedimientos de autorización de nuevos centros, al poderse iniciar el trámite para impartir cursos de manera electrónica, y también en la renovación de las autorizaciones ya existentes. De este modo, se facilita en términos generales la apertura y la continuidad de estos centros formativos.
Mediante este decreto, también se consigue una disminución de la documentación requerida al inicio de cada curso, debido a que, junto a la comunicación de su comienzo, se podrá adjuntar una declaración responsable del cumplimiento de todas las obligaciones tenidas en cuenta para la concesión de la autorización general, así como de las necesarias para su impartición.
Entre las novedades de la nueva normativa también se encuentra una especificación más detallada de los contenidos teóricos y prácticos de buceador profesional básico.
Refuerzo de la supervisión de los cursos
Además, se establece el refuerzo de la supervisión del desarrollo de los cursos con el fin de asegurar la calidad de la enseñanza y la evaluación de las competencias adquiridas por los alumnos, de manera que se modifica el sistema de exámenes evaluadores de los conocimientos impartidos, que será realizado por un único tribunal formado por tres miembros.
La Conselleria de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua busca con este decreto que todos aquellos profesionales del buceo cuenten con un mínimo indispensable de conocimientos teóricos y prácticos, debido a que se trata de una actividad que supone un riesgo para las personas que lo practican.
La titulación de buceador profesional básico capacita para la utilización de equipos de buceo autónomo y de suministro desde superficie con aire, limitada a efectuar inmersiones hasta una profundidad de 30 metros
