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Crítica a "El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook)"

Crítica a "El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook)"
  • Pequeña Miss Sunshine en versión romántica

DIRECCIÓN / PAÍS /AÑO:

David O. Russell - Estados Unidos (2012)

REPARTO:

Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker, Julia Stiles, Anupam Kher, John Ortiz, Shea Whigham, Dash Mihok, Paul Herman, Brea Bee

SINOPSIS:

Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper) vuelve con lo puesto a vivir en casa de sus padres (Robert De Niro y Jacki Weaver). Determinado a tener una actitud positiva y recuperar a su ex-mujer, el mundo de Pat se pone del revés cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con ciertos problemas y no muy buena fama en el barrio. A pesar de su mutua desconfianza inicial, entre ellos pronto se desarrollará un vínculo muy especial que les ayudará a encontrar en sus vidas el lado bueno de las cosas.


CRÍTICA:

Dos años atrás, David O. Russell (que también me hizo mucho disfrutar en su día con Tres Reyes) sorprendía gratamente con The Fighter, cinta con grandes actuaciones y que contra todo pronóstico aportaba cosas interesantes a una temática algo manida ya como la de los juguetes rotos, sobretodo en el mundo de los deportes de contacto. Cambiando de directores, pero siguiendo con el género de la comedia dramática, hace unos años nos llegó la refrescante y aclamada Pequeña Miss Sunshine. Personalmente la que nos ocupa creo que tiene claras referencias a aquella o al menos la recuerda bastante en algunos aspectos. Empezando por el alocado reparto coral formado por familia y amigos, siguiendo con el elemento de un concurso de baile como trasfondo y climax final y sobretodo, creo que desde aquella no hay ninguna que haya sabido mezclar también lo disfuncional con lo entrañable y con muchas risas. Por tanto diría que estamos ante un soplo de aire fresco para el género de la comedia, en este caso romántica, lo cual siempre es de agradecer.

Como la mayoría de películas notables, no narran sucesos extraordinarios, sino más bien unos que pueden parecer cercanos, con los que se puede empatizar, poniendo énfasis y mucho cuidado sobretodo en la forma de contarlos. En la era dorada de los psicoterapeutas, los traumas reprimidos y trastornos bipolares, tenemos un protagonista que sale de un centro psiquiátrico en el que es recluido por sufrir un trastorno que detona cuando se encuentra a su mujer con otro, dándole al amante una paliza. Obsesionado con recuperar a su mujer, en una cena de reencuentro con amigos descubre a alguien tan dañada interiormente como él. Una viuda con habilidades sociales tan inexistentes como las suyas y señalada junto a él ya no solo como la loca del barrio sino de moral algo distraída, marcada por la muerte de su marido y las circunstancias en las que se produjo.

La cinta tiene un encanto especial de inicio a fin, con un reparto sencillamente excepcional. En el divertido y variopinto elenco, todos tienen su momento especial o aportan su granito de arena. Amigos con matrimonios asfixiantes, psicoanalistas fanáticos deportivos, compañeros del psiquiátrico escapistas entre otros forman una lista en la que por no eternizarla mencionando uno por uno ni desvelar escenas, cabe señalar por ejemplo a Robert De Niro que realiza su mejor papel en tiempo, dando vida al padre del protagonista, un hombre también de nervio rápido cuanto menos, enganchado a apuestas deportivas y supersticioso hasta niveles enfermizos. Da alegría verlo de nuevo tan en forma en una carrera que en los últimos años se ha desinflado a pasos agigantados. Pero sobretodo destacar a los dos protagonistas, tanto como pareja y la química que desprenden como sus interpetaciones a nivel individual. Un Bradley Cooper que convence hasta a sus detractores más acérrimos y una deslumbrante Jennifer Lawrence que no es la primera vez que demuestra que es mucho más que una cara bonita.

Cinta como decía de mezcla y perfecto equilibrio de géneros y sensaciones pero sobretodo de un gratificante visionado. De ritmo alocado, situaciones destornillantes, guión y diálogos ingeniosos que pocas cosas se le pueden achacar salvo un ligerísima bajada pasando la mitad del metraje de la que enseguida se recupera. De tramo final y desenlace convencional para algunos y el único que podía dársele y con aroma a clásimo para servidor.

Nota: 8'2

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