CSI•F plantea que Conselleria de Educación amplíe la protección en la guía escolar sobre violencia por internet

El sindicato CSI·F plantea a Conselleria de Educación que amplíe los temas abordados en la futura guía para prevenir la violencia escolar mediante las nuevas tecnologías. La central sindical propone la inclusión de protocolos para evitar el denominado ´sexting´, además del acceso a páginas que promueven el racismo, la anorexia, la pornografía o el consumo de drogas. También apunta que la aplicación ´Protegits´ amplíe su ámbito de protección más allá de las redes sociales.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) considera “muy positivo” el anuncio de Conselleria de Educación de elaborar una guía para detectar y prevenir prácticas de violencia escolar, por internet, en las aulas. También para establecer un uso responsable de la red en los centros. De hecho, el propio sindicato ya ha impartido seminarios sobre ´ciberbuylling´, adicción a juegos o acceso a páginas de pornografía o violencia.

Por este motivo CSI·F pide que la nueva guía no se centre únicamente en el ciberacoso. Plantea que aborde también, por ejemplo, prácticas como el ´sexting´ o envío de contenidos de tipo sexual producidos generalmente por el remitente. Del mismo modo, propone que el sistema operativo ´Lliurex´, utilizado y promovido por los centros, permita la instalación del programa ´Protegits´ cuando el alumno lo emplea desde su domicilio. En la actualidad ese método de protección solo está disponible para el sistema operativo Windows. “No tiene sentido que queden desprotegidos si utilizan en sus casas el sistema con el que estudian en el colegio”, sostiene el sindicato.

CSI·F pide igualmente que ese sistema de protección no se limite a las redes sociales, como en la actualidad, y controle también el acceso a cualquier página con contenido pornográfico o violento, además de las que promueven la anorexia, el racismo o el consumo de drogas, entre otras. El sindicato insiste en la prevención por internet, ya que “los menores no son conscientes del peligro que corren pues hasta el 30 por ciento da sus datos por internet a desconocidos”.