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Muzzati: “A los políticos del PP no les importa el metro, ellos van en coche oficial”

    Unión Progreso y Democracia de la Comunitat Valenciana asegura que el plan de ahorro de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana supone otro ejemplo más de las decisiones del Partido Popular para estrangular, más si cabe, los servicios públicos. El partido argumenta que los metros en otras ciudades del mundo funcionan con unas frecuencia de paso muchísimo más elevada que en Valencia, el servicio se mantiene más allá de las diez y media de la noche y el horario nocturno se refuerza los fines de semana como medida disuasoria para que los jóvenes no cojan el coche.

    UPyD recuerda que hace un par de veranos, la empresa implantó un horario nocturno en verano durante los viernes y sábados, pero la dirección de FGV argumentó que como hubo poca demanda, no era rentable y lo quitaron. UPyD sostiene que la propia decisión de la empresa tenía trampa porque sabían perfectamente que en verano hay menos viajeros y deberían haber mantenido los horarios durante los meses de curso donde los estudiantes sí usan el metro con mucha más asiduidad.

    Para el coordinador territorial de UPyD en la Comunitat Valenciana, Romain Muzzati, “pese a las diferencias, el metro de Madrid o Barcelona tarda dos minutos en venir en hora punta. Sabemos que el área metropolitana de Valencia no es tan populosa como la de la capital de España pero que no engañen a nadie. ¿Desde cuándo un metro pasa cada quince minutos en las horas valle en una ciudad Europa?” Lo que han hecho en Valencia y con el TRAM de Alicante demuestra el aprecio del PP por los servicios públicos. No les importa el metro, ellos van siempre en coche oficial. Mientras a los valencianos y a los alicantinos nos quitan casi 50 trenes al día”.

    La formación magenta denuncia el perjuicio para los usuarios que suponen estas medidas de ahorro, ya que con los nuevas medidas, el horario de agosto en el que la frecuencia de paso es de veinte minutos en la zona AB, la más usada, se amplía a julio y septiembre para adecuarse al horario lectivo de los estudiantes. En definitiva, Valencia no tiene un metro en condiciones. Los trenes funcionan a modo de líneas de cercanías, con estaciones al aire libre, apeaderos, horarios fijos y algunas líneas subterráneas para atravesar el casco urbano de la ciudad. “Salvando la buena imagen que se puedan llevar los turistas que vienen en avión y cogen la línea 3, los demás usuarios padecemos continuas incidencias y a la línea 1, la más usada, le han dado la puntilla”, afirma Muzzati.

    UPyD asegura que es incomprensible que el PP pretenda engañar a los ciudadanos diciendo que está ahorrando y apretándose el cinturón con este tipo de medidas que echa por tierra algo tan básico como una decente red de metro y tranvía. Con este tipo de medidas, el partido destaca que es de vital importancia, ahora más que nunca, que los políticos no se perpetúen en el poder y haya un límite de mandatos porque de lo contrario se olvidan de que son ciudadanos y que pagan impuestos como los demás. Por el contrario, con décadas a sus espaldas en el poder, se limitan a inaugurar, tarde y mal, nuevas líneas de metro que luego nunca usan porque siempre van en coche oficial. “Ellos se hacen la foto, vienen a la inauguración, suben al vagón en el primer viaje con la televisión presente, pero luego no les importa cómo funciona realmente el metro, las necesidades de los trabajadores, las quejas de los viajeros o cómo afrontar las innumerables huelgas”, explica Muzzati.

    UPyD subraya que de nada sirve que la dirección de FGV aduzca que esta supresión de horarios sólo afecta al 0,07% de los 70 millones de usuarios anuales ya que por la misma regla de tres se podría reducir el sueldo de sus directivos porque solo afectan al 0,01 de los salarios de los empleados de las empresas públicas valencianas. Según el coordinador territorial, “quieren vendernos una imagen de austeridad y seriedad cuando la empresa arrastra una pésima gestión, con casi 1.000 millones de deuda, mientras sigue cobrando un euro de más por la emisión del billete sencillo. Si fuera turista, pensaría que me están robando”.

     

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