Sanitat aconseja unas pautas básicas de contención hemorrágica en emergencias sanitarias
Saber actuar en estas situaciones es útil tanto para el propio afectado como para ayudar a otras víctimas
Durante todo el año se producen accidentes automovilísticos, laborales y domésticos, aunque éstos últimos se producen en mayor medida durante los meses estivales en los cuales la población, sobre todo la infantil, pasa más tiempo en casas y apartamentos e incrementa las actividades lúdicas.
Entre los accidentes domésticos más comunes encontramos las caídas y cortes con cristales o utensilios de cocina o jardinería que generalmente producen pequeñas heridas o cortes sin mayor relevancia, pero en ocasiones derivan en cortes profundos con hemorragias o incluso amputaciones.
Recomendaciones generales ante cualquier emergencia sanitaria
Ante cualquier emergencia, sea de la naturaleza que sea, se recomienda llamar de forma inmediata a los servicios de emergencias manteniendo siempre la calma y respondiendo de forma clara y concisa a las preguntas que vaya haciendo el teleoperador.
En ese cuestionario es importante proporcionar direcciones muy precisas del lugar dónde está sucediendo la urgencia o emergencia, indicar sexo y edad aproximada del paciente, así como cualquier información que se conozca del mismo (enfermedades, antecedentes, diabetes….).
Lo que a priori pueda parecer al ciudadano una pérdida del tiempo va a ser, sin embargo, una información muy útil porque va a facilitar la atención médica y desde el CICU le van a poder dar indicaciones adecuadas para el problema planteado hasta la llegada de la asistencia sanitaria.
Una vez descrita la situación, la persona que alerta a los servicios de emergencias debe seguir todas las instrucciones que se den desde el CICU y nunca intentar por decisión propia maniobras o acciones para las que no se encuentre entrenado. La mejor forma de ayudar a un lesionado es no abandonarlo bajo ningún concepto, tranquilizarlo y colaborar al máximo con los servicios de emergencias.
Emergencias con hemorragias o amputaciones
Respecto a las emergencias en las que el afectado presenta una hemorragia se deben seguir las recomendaciones descritas anteriormente y además comprimir la herida. En estos casos hay que buscar un paño limpio, gasas (o en su defecto nuestras propias manos) e intentar detener la hemorragia sobre el punto sangrante. Una vez realizada esta maniobra, y si se dispone de un vendaje compresivo, hay que asegurar la compresión de la herida. Bajo ningún concepto se debe realizar un torniquete.
Tras taponar la herida, el herido debe permanecer tumbado y hay que elevar el miembro afectado en un ángulo de 30 grados por encima del tronco.
Estos consejos son útiles para ayudar a cualquier persona herida pero también para la propia víctima. En este tipo de lesiones, y según dónde se produzca la herida, una sola persona podría taponarse la zona sangrante y contener la hemorragia mientras acuden los sanitarios.
En el caso de que se produzca una amputación se debe coger el miembro amputado, manipulándolo lo menos posible, e introducirlo en un frigorífico aislándolo de la humedad (dentro de una bolsa de plástico o en su defecto envuelto en paños). En ningún caso se debe lavar el miembro amputando.
Por último, a la llegada de los efectivos sanitarios, no se debe entorpecer el trabajo del equipo médico. Si éste precisa más información o ayuda, la solicitará.
Estas recomendaciones son sólo instrucciones básicas a seguir y siempre que se realicen hay que informar a los servicios sanitarios. La estrecha colaboración y comunicación entre población y los servicios de emergencias va favorecer una atención más rápida y eficaz.