El Consell declara siete nuevos Bienes de Interés Cultural (BICs) en la Comunitat e inicia los trámites de otros seis
La línea más innovadora de gestión y protección patrimonial que se está desarrollando en los últimos años está ligada a los bienes inmateriales. En esta línea, el pasado mes de febrero se declaró BIC Inmaterial la Entrada de Toros y de Caballos de Segorbe. Esta celebración está integrada en las fiestas patronales que la ciudad celebra en honor a Nuestra Señora de la Esperanza, Loreto y Cueva Santa que se inician el último sábado de agosto. Se trata de la carrera protagonizada por los toros en el último tramo del recorrido que realizan desde el río Palancia hasta la plaza donde tendrá lugar su exhibición. En los últimos centenares de metros, los toros son acompañados de caballos con sus correspondientes jinetes que, al galope, arropan y mantienen agrupadas a las reses para evitar que ninguna de ellas se desvíe del recorrido o se detenga.
Esta carrera se desarrolla entre la presencia de miles de personas que delimitan el paso de los animales, convirtiéndose en auténticas murallas humanas sustituyendo a cualquier tipo de vallado material. Los primeros datos sobre la existencia de esta fiesta se remontan al año 1386.
Otro BIC de los declarados en el primer semestre son Las Torres de Telegrafía Óptica integrantes de la línea de Madrid a Valencia. Se trata de un único Bien de Interés Cultural formado por varias torres ubicadas en los términos municipales de Torrent, Chiva, Godelleta, Buñol, Requena, Fuenterrobles y Villargordo del Cabriel. Las Torres de este tramo cubrirían 102 kilómetros desde la torre de Villargordo hasta la de Valencia (hoy desaparecida). Estas torres presentan una estructura y unas características arquitectónicas muy parecidas, objeto de un único proyecto diseñado por José María Mathé Aragua y un único momento constructivo.
Además, tres nuevos recintos fortificados han sido anotados en el Registro de Bienes de Interés Cultural del Ministerio de Cultura en 2011. Se trata de las Murallas de Albaida, el recinto amurallado de la Villa Medieval de Ifach y el recinto amurallado de Atzeneta del Maestrat.
El origen de Las Murallas de Albaida, lo encontramos en el pequeño recinto amurallado que fue conocido en época de Jaume I como "Lo clos de la Vila". Se conservan en pie cuatro torres de la primitiva muralla del siglo XIII hecha de muro de tapial. Tres de las torres pertenecen al palacio de los Milá de Aragón y la cuarta es la torre vigía en la esquina sudoeste donde se encontraba el portal de Onteniente. También se conservan dos de los tres portales y parte de la barbacana que resguardaba el desaparecido Portal Mayor o de San Cristóbal y el mirador de vigía con su torre redonda.
En Calp se encuentra el Recinto amurallado de la Villa Medieval de Ifach. La villa de Calp fue fundada en 1282 por Pedro I, para afianzar la seguridad al sur del Peñón de Ifach, y la construcción de las fortificaciones comenzó pocos años después, a cargo de Roger de Lauria. La parte mejor conservada se encuentra en el Mirador de Levante donde aún se pueden contemplar más de 250 metros de muralla con cuatro torres, siendo la más conocida y mejor preservada la torre que domina la parte norte de la muralla.
Por último, en Atzeneta del Maestrat se ha declarado BIC el Recinto Amurallado de la localidad. Los restos mejor conservados y visibles del recinto amurallado son la torre prisión, y un lienzo de muralla con huellas de almenas, matacán y vestigios de otras dos torres. El primitivo recinto en torno a la plaza Pastora se encuentra protegido por su mayor cota de nivel respecto a los barrancos. El desnivel creado se contiene y refuerza mediante muros inclinados de mampostería.
Asimismo la Dirección General de Patrimonio Cultural ha tramitado la inscripción como BIC de la Cruz Cubierta de Ayora. Se trata de una cruz de piedra de estilo gótico, protegida por un casilicio cuadrangular con cubierta de teja a cuatro aguas y vigas de madera sostenidas por cuatro pilares de piedra. Como es propio de las cruces de término, está ubicada en la entrada a la población. En este caso en el camino desde Almansa.
También los restos del Acueducto Romano de Altea han merecido por su valor histórico, arquitectónico y etnológico ser reconocidos como Bien de Interés Cultural en este primer semestre. Los vestigios de este acueducto forman parte de una red de ingeniería hidráulica representativa de una forma de asentamiento humano, de intervención en el entorno, gestión y distribución de los recursos hídricos que se ha venido produciendo en la Comunitat Valenciana desde la romanización. La dirección noroeste del acueducto puede indicar que esta infraestructura formaba parte de un sistema complejo de abastecimiento de aguas procedentes del río Algar, cuya finalidad era abastecer a los asentamientos romanos del cerro de la Pila y L’Albir en L’Alfàs del Pi.
Incoaciones
Además de estas declaraciones, la Consellería de Turismo, Cultura y Deporte está trabajando en los próximos Bienes de Interés Cultural, puesto que ya se encuentran incoados seis expedientes más, tres de ellos como Bienes de Interés Cultural Inmaterial y tres como Conjuntos Históricos.
Como Bienes Inmateriales se está trabajando en la declaración de la Cabalgata de los Reyes Magos de Alcoi, la Santantoná de Forcall y las Tamboradas de Alzira y L’Alcora y como Conjuntos Históricos la Villa de Chelva y sus huertas, los Poblados Moriscos de la Vall d’Alcalà y el Conjunto Histórico de Ares del Maestrat.
