El 60% de los 797 menores atendidos por el Consell tiene uno ó dos de los progenitores en paro

El desempleo está detrás del 60% de los menores atendidos en los centros de la Generalitat ya que de acuerdo con la memoria anual en el 21% de los casos los dos progenitores están en el paro, en un 14,7% sólo el padre y hasta en un 24% la madre. En un 22% de los casos ambos progenitores tienen empleo y un 17% no hay datos sobre la situación laboral del padre y la madre. Ello evidencia que la situación económica familiar está detrás de los menores que son ingresados en centros de reeducación más teniendo en cuenta que en un 40% de todos los casos los ingresos familiares son inferiores o equivalentes al Salario Mínimo Interprofesional.

Medio centenar de menores infractores consiguieron a lo largo de 2010 un contrato laboral, gracias a la labor de los educadores de los centros de reeducación dependientes de la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas, que han conseguido que 503 jóvenes hayan seguido algún taller prelaboral y que otros 40 hayan podido realizar prácticas formativas, medidas todas ellas encaminadas a su reinserción sociolaboral.

“Nuestro objetivo último es lograr la reinserción de estos chicos y chicas y ayudarles a alejarse del camino que los llevó a cometer un delito”, subraya el conseller Rafael Blasco, satisfecho por el interés que han mostrado estos menores en seguir algún taller, ya sea de mimbre, jardinería, decoración, mantenimiento de edificios, horticultura o educación medioambiental, por citar los más demandados.

La Memoria de actividades de los Centros de Reeducación de la Comunitat Valenciana correspondiente al año 2010 refleja que en un año han sido 797 los menores atendidos en los siete centros de la Generalitat (el 87% chicos y el 13% chicas), si bien el número de nuevos ingresos fue de 460.

Además de en los citados talleres preelaborales, 1.288 menores han participado en algún taller formativo, lo que significa que muchos de ellos se han apuntado a más de un curso durante su estancia en el centro, destacando, por demanda de plazas, los de educación vial, habilidades sociales, educación sexual y educación para la salud.

El conseller destaca que 242 chicos y chicas han seguido además algún programa de cualificación profesional inicial (carpintería, jardinería, albañilería,,,) y 27 de ellos además han asistido a clases de ciclos formativos de grado medio o superior.

Por lo que respecta a los delitos y faltas que motivaron su ingreso en un centro, cabe destacar el robo con violencia e intimidación como el más común (27,6%), el robo con fuerza (15,4%%), los casos de maltrato familiar o violencia doméstica (14,7%) y las lesiones (7,7%).

En el 48,7% de los casos de adoptó una medida de internamiento en régimen semiabierto, en el 12,5% se decretaron prestaciones en beneficio de la comunidad, en el 9% internamiento terapéutico y en el 9,7% se dictó la realización de tareas socioeducativas.

Perfil de los jóvenes infractores

La memoria refleja que la edad media de los menores atendidos en los centros es de 16 años y medio. Por tipología del núcleo de convivencia, cabe destacar que el 29% son familia monoparental y el 10% de los chicos se hallaban en situación de desamparo o tutela.

Por lo que respecta al nivel académico de los menores en el momento del ingreso en el centro, el 43,8% tenían estudios de enseñanza secundaria o superior y el 16,7% seguían estudios de tercer ciclo de primaria. El 5,2% tenía conocimientos elementales de lectoescritura y únicamente el 4% se podría calificar de analfabeto.

Por lugar de residencia, el 50% son de Valencia y provincia, el 37,5% de Alicante y el 12,5% de Castellón. Sólo 4 menores procedían de otras comunidades (Madrid, Asturias, Cataluña y Castilla-León). El 70% son españoles y el 30% de origen extranjero, siendo los marroquíes el grupo más numeroso (81 menores), seguidos de los colombianos (40 chicos).