Moncada inicia el I Cicle d’Orgue i Música Antiga repasando los grandes compositores del siglo XVII
La iglesia de San José acoge mañana un concierto de órgano y violín donde se homenajeará al organero recientemente fallecido Juan Bautista Díaz
Ayer arrancaba el I Cicle d’Orgue i música Antiga Ciutat de Moncada en un espacio emblemático como es la capilla del convento de las Hermanas Franciscanas de la localidad.
Con él, el Ayuntamiento de Moncada, desde la concejalía de Turismo, y en el marco de las celebraciones del centenario del Centro Artístico Musical de la localidad “hace una gran apuesta por la música en un marco incomparable y abierto a toda la población” apunta el alcalde Juan José Medina.
Los encargados de dar inicio a este ciclo de música fue la formación musical Ària da Capo, que, bajo el programa ‘Del verbo divino a la poesía humana’, ofreció un repertorio donde los asistentes pudieron apreciar la evolución de la música europea a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
En este sentido, la agrupación, formada por la soprano Carmen Bou y los instrumentistas Doménec Hurtado (oboe), Gonzalo Luque (clave) y Ximo Sancho (fagot), interpretaron composiciones de Bach, Haendel, Vivaldi o Monteverdi.
Inauguración del órgano de San José y homenaje al organero Juan Bautista Díaz
Por otra parte, la Iglesia parroquial de San José, de Moncada, inaugura su órgano, mañana sábado, 26 de abril, a las 20.00 horas, con un concierto a cargo de los reconocidos músicos Josep M. Mas i Bonet (órgano) y Josep M. Manresa i Aguiló (violín). Entre otras interpretaciones, sonarán Sonata en sol menor para violín y órgano, de Vivaldi, o Preludio y fuga en la menor, para órgano, de Brahms.
Cabe destacar que el ciclo homenajeará a Juan Bautista Díaz, uno de los últimos maestros organeros, que puso en marcha la restauración del instrumento, y que falleció el pasado 3 de febrero.
Bautista fue fundador a mediados de los años 80 del taller de organería Berendíaz y reanudó la creación de órganos en la Comunidad Valenciana, una tradición que había finalizado con el fallecimiento del organero Pedro Palop, en 1941.
