El PP denuncia el abandono que sufre la Seguridad Ciudadana
El Partido Popular de Mislata ha hecho públicas esta mañana unas supuestas fotografías que muestran el “tremendo estado en que Bielsa mantiene las instalaciones de la Policía Local.”. “Bielsa no para de sacar pecho con sus mentiras pero la seguridad en Mislata da pena” aseguraba hoy el portavoz de los Populares, Jaime López Bronchud.
Las supuestas fotografías muestran “el hacinamiento al que se condena a los agentes de la policía, el mal estado de las instalaciones y el abandono absoluto de limpieza con el que tienen que convivir” y son la muestra palpable “de la absoluta falta de respeto con las que este gobierno se preocupa por Mislata”.
Para los populares “la Mislata que no se ve, no existe y por eso Bielsa se dedica a maquillar la ciudad ocultando los graves problemas que crecen por su falta de atención y su irresponsabilidad al frente del gobierno.”. López Bronchud recordó que “el PSOE se gastó el dinero de los vecinos en hacerle un despacho a la concejal de Seguridad Ciudadana, María Luisa Martínez Mora, que no ha utilizado ni una sola vez, pero mantiene en esta situación deplorable las instalaciones y los vehículos de la seguridad de nuestro pueblo.”. López Bronchud ha asegurado que la situación de los trabajadores municipales es “penosa” y responde únicamente “a la prepotencia de un alcalde que cree estar por encima del bien y del mal y que desatiende a la ciudadanía. Sin vehículos en condiciones y con estas instalaciones está claro que los agentes lo tienen cada vez más complicado para realizar sus funciones”.
El PP ha dicho que pese “a los discursos de Bielsa” no dejará de denunciar la insostenible condición en que “Bielsa está dejando Mislata, a base de subirnos impuestos y recortar servicios, para tener más deuda por habitante y menos inversión que hace un año. Seguimos perdiendo, a marchas forzadas, con el desgobierno de este señor”.
Las fotografías, captadas en el interior de los vestuarios, mostraríann la falta absoluta de atención y limpieza, el hacinamiento de los propios agentes y la falta de condiciones que podría contravenir hasta los derechos de los trabajadores.
