Martín: “¿Quién le iba a decir a Camps que los que acabarían metiéndole en una furgoneta serían González Pons y Blasco?”

La secretaria de Organización de los Socialistas Valencianos, Elena Martín, ha destacado “el circo que montó el propio PPCV hace dos días en torno a su presidente”, pues “la cena de Teulada fue una ironía en sí misma”. En este sentido, ha lamentado que el jefe del Consell “se convirtiera en el centro de las burlas de sus compañeros de partido”, ya que, “¿quién le iba a decir a Camps que los que acabarían metiéndole en una furgoneta serían sus amiguitos González Pons y Blasco?”

“Ironías de la vida, con el miedo que tenía Camps a subirse a una furgoneta, al final ha sido su propio partido el que lo mete en una”, ha declarado Martín. “Fuera para esconderlo de la gente que le pedía explicaciones, o para que vaya cogiendo práctica para su próximo destino, la parodia que recrearon los más cercanos a Camps en Teulada dejó en evidencia al PPCV y su confianza en la honestidad del presidente de la Generalitat”, ha planteado la dirigente socialista.

“Pero el espectáculo no acabó ahí”, ha apuntado Martín, quien ha aseverado que “el nuevo experto en consumo y aplicación política de psicofármacos, Francisco Camps, quiso dar muestra del control que tiene sobre el tema, lo que no dejó de ridiculizarle, aún más”. En esta línea, la secretaria de Organización ha manifestado que “oír a Camps recetando ansiolíticos es como escuchar a Pocholo pidiendo calma”.

Asimismo, Martín ha afirmado que “no sólo los compañeros del PPCV se quedaron a gusto en cuanto a mofas con el presidente de la Generalitat, también a nivel nacional Camps sintió ese curioso y cuestionable apoyo de su propio partido”. Según ha explicado la portavoz socialista, “Rajoy se escondió una vez más, esta vez con la excusa de su asistencia a una boda en Málaga”. Al respecto, Martín ha añadido que “la bomba de humo del presidente del PP es comprensible, ya que cualquiera prefiere ser testigo en una boda que testificar en un caso de corrupción”.