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Los expertos recomiendan lavados de nariz y líquidos frecuentes frente a la bronquiolitis

    El Servicio de Pediatría del Hospital de Manises recomienda extremar los cuidados en bebés menores de tres meses o prematuros, ya que la bronquiolitis afecta con mayor frecuencia a lactantes, porque sus vías respiratorias se obstruyen con más facilidad que las de los niños mayores y los adultos. Entre sus principales consejos, la administración de líquidos frecuentes en pequeñas cantidades, lavados de la nariz con solución salina, alimentación en pequeñas tomas para evitar que el bebé se canse comiendo y elevando un poco la cabecera de la cuna, lo que les hace respirar mejor.

    "La edad más común en la que aparece la patología es entre los dos primeros años de vida, con una máxima incidencia entre los tres y los seis meses de edad", detalla la doctor Inés Costa, jefa del Servicio de Pediatría del Hospital de Manises.

    Además de los de corta edad, tienen más probabilidad de padecerla los niños que no se han alimentado con leche materna, los que acuden a guarderías o están expuestos al humo del tabaco. "Además, la enfermedad tiene consecuencias de mayor gravedad en los prematuros, los menores de 3 meses, o los que padecen una enfermedad previa cardiaca o pulmonar", añade la jefa de Pediatría de Manises.

    Tal y como destacan los especialistas del centro, la bronquiolitis comienza igual que un resfriado, con mocos y congestión de nariz y algo de tos o febrícula. En uno o dos días la tos empeora y se pueden oir sibilancias, es decir "pitos" al respirar. Además suele haber disminución del apetito y algún vómito provocado por el acceso de tos. Aunque la mayoría de las bronquiolitis se resuelven en el domicilio con tratamiento sintomático, son motivos de ingreso si el pequeño es de corta edad, tiene un rechazo alimentario importante o necesita aporte de oxígeno.

    "Son signos de gravedad, que nos obligan a acudir con rapidez a urgencias, si se aprecia una respiración rápida, aumento de la frecuencia cardiaca o signos de trabajo respiratorio, como la retracción de la musculatura respiratoria con cada respiración, el aleteo nasal o ensanchamiento de las fosas nasales", alerta la doctora Costa. Según la especialista, también debe preocupar a los padres la irritabilidad, el rechazo alimentario, la somnolencia excesiva o la coloración azulada de labios (cianosis).

    Por ello, la doctora Costa siempre recomienda "acudir al pediatra para su valoración y estar muy atentos a los posibles signos de gravedad, ante los cuales debemos acudir siempre a un servicio de Urgencias".

    Suero y lactancia materna

    Para proteger a los más pequeños frente a este tipo de patologías, los pediatras del Hospital de Manises recomiendan higiene y constante lavado de manos. "Los virus que producen la bronquiolitis, al igual que ocurre en la mayoría de las enfermedades respiratorias, se propagan a través de gotitas del fluido de la nariz y boca de una persona infectada, que tose o estornuda. Estas gotitas están suspendidas en el aire o se pueden adherir a superficies, pañuelos o juguetes. Por eso, es tan importante el lavado frecuente de manos y objetos que estén en contacto con los niños".

    También se debe mantener a los bebés lejos de personas resfriadas o con tos y por supuesto, evitar exponerles al humo del tabaco. Además, los niños prematuros o con enfermedades crónicas no deben asistir a guardería los primeros meses de vida, especialmente en los meses de invierno, por el mayor riesgo de contagio. Optar por la lactancia materna en recién nacidos en invierno, según los especialistas, también es una forma natural de disminuir sus riesgos frente a estas patologías.

    Una vez aparece la bronquiolitis, el tratamiento es sintomático. El paracetamol es útil para bajar la fiebre y disminuir las molestias. "En los casos de prematuros o con patología crónica cardiaca o pulmonar, administramos un fármaco que contiene anticuerpos contra el principal responsable de la bronquiolitis", asegura Costa.

    La bronquiolitis es una enfermedad frecuente del aparato respiratorio, provocada por una infección que afecta a las vías respiratorias más finas, llamadas "bronquiolos"; se produce una inflamación que estrecha el calibre de las vías respiratorias, las cuales además se llenan de mucosidad, lo que dificulta la respiración. La infección viral que con mayor frecuencia provoca la bronquiliotis corresponde al virus respiratorio sincitial (VRS), aunque también pueden causarla otros microorganismos como el virus de la gripe o los rinovirus.

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