El Belén Viviente se traslada al salón cooperativo de Caixalqueries
La lluvia obliga a que las escenas se representasen en las instalaciones a cubierto
La medida se tomó a primera hora de la tarde, debido a que estaba todo el material preparado para la escenificación y que la lluvia no cesaba. “Es una forma de recompensar a los participantes, por la ilusión y el trabajo realizado estos últimos días”, aclaraban ayer desde la organización.
La zona central del local albergó la tradicional puesta en marcha del mercado y el resto de escenas –el Belén Viviente consta de un total de 15 escenas- se fueron mostrando sobre el escenario.
De este modo, se llegó a la 18ª edición de la iniciativa, en la que cada año participan más de 80 actores de todas las edades que ensayan durante varias semanas y preparando la puesta a punto del Belén Viviente.
Aunque se representó de forma diferente a la tradicional, bien es cierto que el año pasado ya fue pospuesto a causa también del mal tiempo, pero el público fiel a esta cita cultural apoyó una vez más la muestra.
Algunos de los protagonistas de la escenificación sí cambiaron: el papel de la Virgen María lo interpretó la joven Bárbara Torres, San José fue de nuevo Carlos Nebot y Ferrán Nebot se puso en el papel del Niño Jesús con algo más de edad.
Así, hasta bien llegada la noche, cientos de vecinos y visitantes de otras localidades disfrutaron de la iniciativa que contó con el apoyo del Ayuntamiento de les Alqueries, a través de la concejalía de Cultura, de la Diputación Provincial de Castellón, Caixalqueries y la Generalitat Valenciana.
Desde la Associació Cultural Bellissana destacaron el apoyo de todas las entidades, del público y de todas aquellas personas que les ayudaron a seguir adelante con su proyecto que cumplió ayer la mayoría de edad.