El GMS pedirá en el pleno que se retiren los elementos conmemorativos de personas condenadas por la justicia

El Grupo Municipal Socialista de la Vall d´Uixó presentará en el próximo pleno una moción para que la corporación municipal retire de manera inmediata todas las placas, carteles, nombres, títulos, calles, plazas, esculturas u otros elementos conmemorativos en el que figuren nombres y apellidos de persones condenadas. Este es el caso del centro social de les Llimeres, donde se encuentra una placa de inauguración en la que consta el que fuera conseller de Bienestar Social Rafael Blasco.

De esta manera, según la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Antonia García Valls, se reconoce la honorabilidad de todos los que han pasado por las Instituciones públicas “sin mancha” y, además, “se evita el traslado a la Sociedad del agravio y carga del recuerdo infausto de las indecorosas acciones de los condenados”.

En su opinión, en democracia, “el compromiso de las Instituciones con la ejemplaridad en la vida pública exige que los valores de la ética y rectitud en política sean reconocidas a todas las persones que participan en ella, con independencia de su adscripción política”.

La concejala socialista cree que “es muy positivo honrar el recuerdo de las persones que han hecho coses buenas por una sociedad y han mantenido un recto proceder en su carrera”. Sin embargo, ha continuado, “es muy negativo hacer lo contrario, reconocer y hacer honor de todo aquello que acredita su mal proceder y su falta de honorabilidad cuando ha ocupado un cargo público, haciendo mal uso de éste en contra de los principios y valores que rigen la democracia”.

“Es por esto –ha dicho- que se entiendo contrario a todo principio ético y democrático que en los municipios se mantengan placas, carteles, nombres, títulos, calles, plazas, esculturas u otros elementos conmemorativos en los que figuren nombres y apellidos de personas que no son dignes del recuerdo honorable de la ciudadanía”. “El mayor símbolo de una sociedad reconciliada con las buenas conductas éticas de los gobernantes y resto de políticos son unas Instituciones y edificios donde no aparezcan los nombres de las personas que suponen una vergüenza para la ciudadanía y sistema democrático”, ha continuado.

Con todo, para García Valls, las administraciones públicas “no pueden mantener en sus edificios nombres, apellidos ni otros elementos identificativos que puedan suponer un recuerdo u honor de personas que han sido efectivamente condenadas por su deshonesto comportamiento en su paso por la vida pública”.