El equipo de gobierno asume la propuesta de la Comisión de Accesibilidad y reordena las plazas de aparcamiento de personas con movilidad reducida

El concejal de Servicios Sociales, José Villalba, ha comparecido junto con la edila de Interior Elena Vicente-Ruiz para informar acerca de la modificación de la ordenanza reguladora de la tarjeta de estacionamiento de personas con movilidad reducida. En este sentido, Villalba ha explicado que la Comisión de Accesibilidad (conformada por diversos colectivos de minusválidos de La Vall) alertó al Ayuntamiento sobre el caos que existía en la ciudad con las plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida. De hecho, se habían contabilizado unas 440 plazas destinadas a este fin algo que, tal y como ha indicado la concejala de Interior “era una barbaridad y había que poner fin a esta situación”.

Por este motivo, se ha tomado la decisión de anular todas estas plazas y empezar de cero, de forma que aquellas personas que justifiquen que necesitan una plaza, tengan sus derechos totalmente garantizados y no se vuelvan a producir casos de personas sin problemas de movilidad que aparcaban en este tipo de plazas.

Tal y como ha indicado Villalba, “hay que distinguir entre personas minusválidas, y personas con movilidad reducida”. Así, quedará garantizado que aquellas personas que acrediten mediante una documentación que genera la Conselleria de Servicios Sociales que efectivamente tienen movilidad reducida y además tienen un vehículo, tendrán reservada una plaza en su casa, siempre y cuando no tengan plaza de garaje, y otra en su lugar de trabajo. Ahora bien, la plaza reservada sólo la podrá utilizar la persona con movilidad reducida y, para garantizar que esto sea así, cada una de estas personas tendrá una tarjeta personal que acreditará que efectivamente tiene derecho a aparcar en la plaza reservada. Habrá también, en el domicilio de estas personas, una señal vertical con el número de matrícula del vehículo para que los agentes de la policía puedan comprobar si el coche aparcado es efectivamente de la persona con movilidad reducida.

Por otro lado, aquellas personas que tengan movilidad reducida pero no tengan vehículo, tendrán garantizada la entrada y salida de casa mediante una señalización en el suelo.

Habrá además, y así lo ha explicado Elena Vicente-Ruiz, 34 puntos repartidos por el municipio de zona azul para las personas que tengan la tarjeta de movilidad reducida puedan aparcar durante un máximo de dos horas y, en algunos puntos sensibles del municipio, como por ejemplo los centros de salud, también habrá plazas de aparcamiento de este tipo sin límite de tiempo, pintadas de amarillo.

Tanto Villalba como Vicente-Ruiz han insistido en que “el objetivo de esta iniciativa es garantizar el derecho de las personas con movilidad reducida a tener plazas de aparcamiento, porque hasta ahora, tal y como ha denunciado la Comisión de Accesibilidad, se daban muchos casos de personas sin ningún problema de movilidad que aparcaban en plazas reservadas”.